Bienvenidos/as al número 75 de Alenarte Revista, con el que iniciamos una nueva temporada de nuestra andadura, una vez pasado o a punto de ello el verano. Este mes les invitamos como podrán ver a exposiciones alternativas, músicas nuevas, y lecturas diferentes a las que suelen recomendarse por ahí…
Archive for septiembre, 2011
Actualidad Cultural. Septiembre 2011.
Les proponemos para iniciar este número de Alenarte tres noticias breves, que no quisiéramos pasaran desapercibidas en el panorama cultural del inicio de nueva temporada.
Son noticias que otros medios han relegado a unas breves líneas en recuadro o ni siquiera han reseñado; por eso están aquí, por su interés independientemente de lo modesto que sea el medio que las refleja.
Así que nos gustaría invitarles a compartir un festival de payasos, una exposición de fotografías de un artista rockero y unas jornadas poéticas en Granada.
Con este trío de actos iniciamos una temporada que parece venir cargada de novedades.
Las Estaciones del año y los Poetas. Por: José Julio Perlado
“Amaba el verano – confesaba el gran poeta italiano Giuseppe Ungaretti -, lo amo todavía, pero ya es una estación que siento lejana de mis huesos. Son violentos pasajes de estío, muy violentos, con aire puro y un carácter barroco, porque el verano es la estación del barroco. El barroco es una cosa que salta por los aires, que se desmenuza en mil fragmentos: es una cosa nueva, hecha otra vez con esos mismos fragmentos, que reencuentra la integridad, su verdad. El verano, al igual que el barroco, fragmenta y reconstruye”.
(José Julio Perlado )
La Colección Granados en Segovia. Exposición de un legado. Por: Amando Carabias María
De nuevo en el Torreón de Lozoya de Caja Segovia, hemos contemplado una exposición de altos vuelos, una exposición que me atrevo a recomendar encarecidamente a cuantos se acerquen a Segovia hasta el próximo 7 de noviembre, fecha de su clausura. Más aún, si ustedes me permiten llegar a este punto, para aquellos que no vivan lejos de nuestra ciudad, esta exposición podría ser un aliciente más que interesante para acercarse hasta aquí.
De nuevo el paisaje humano es el protagonista de la obra pictórica. Es como si existiera un hilo de comunicación profunda a lo largo de la historia del arte que ha hecho y continúa haciendo del semblante humano uno de sus principales objetivos, temas, tareas y preocupaciones. Pero vayamos por partes. Esta exposición es una muestra de parte de la Colección Granados. Como sin duda saben muchos de los lectores, ésta es una de las colecciones privadas más importantes de España. Según mis referencias, piezas de esta colección se han dado a conocer en los últimos años en varios lugares de nuestro territorio, sobre todo Andalucía, pues andaluz es este coleccionista que en relativamente poco tiempo, desde 1966, se ha hecho con un impresionante patrimonio. Como dice el folleto informativo, donde se hacen breves referencias a los cuadros que cuelgan en las paredes de estas salas –como muletas para que el visitante no se pierda-, “Ésta [la colección] es fruto del amor por el arte y el impulso coleccionista de Miguel Granados (Vera, Almería, 1938), quien desde 1966 ha ido reuniendo una serie de obras maestras que representan las etapas más brillantes de nuestro arte, prestando una especial atención a nuestro Siglo de Oro”.
( Amando Carabias )
Matemáticas. Por : Manuel Espada.
Presentamos en nuestra sección algo que no es habitual en nuestras páginas; un texto creativo, perteneciente en este caso al género del cuento.
Y lo hacemos así por la calidad literaria del escrito en cuestión, que, en este caso, viene a poner una guinda en el número 75 de Alenarte.
Manuel Espada es escritor ya conocido, guionista, director de diversos programas televisivos, entre ellos ejerció el puesto de subdirector de programas especiales en Antena 3 televisión.
Ha publicado distintos libros, por citar algunos, El Desguace, Fuera de Temario y Zoom.
Su prosa es brillante, sobria, elegante, contenida, sin adornos que dificulten la esencia de la lectura.
Alenarte quiere agradecer al autor la generosidad del envío. Sus páginas crecen con él.
Álvaro Gurrea ; «Agur al viejo Bilbao». Por : Alena Collar
Agur al Viejo Bilbao, de Álvaro Gurrea, es un libro escrito por un donostiarra afincado en el Bocho, que, además de escritor, fue miembro de Oskorri, profesor universitario en Leioa y redactor de artículos varios y variopintos.
Es un libro subjetivo y por lo tanto parcial de opiniones y recuerdos sobre Bilbao, sus gentes, su forma de ser, sus costumbres y su- podríamos decir- “esencia vieja”.
Escrito en tono desenfadado y natural, es bastante ameno; curioso en anécdotas e interesante en lo que narra.
( Alena Collar )
Arte y exposiciones veraniegas en Málaga. Por : Pilar Moreno.
Ha vuelto a habitar la ausencia,
a dotar perdones y sueños,
palabras que parecían dormidas,
sin apellidos,
en la cuna del lenguaje.
Recuerdos, gaviotas, azules,
acordes que marcaron los pasos
naúfragos en un mar en desorden
entre quiebros de lunas y sombras sin nombre.
Me gusta el mes de septiembre. Tiene el sabor dulce de los membrillos y el color dorado cálido que nunca falta en la paleta de todo aquel que se siente artista. La llegada de septiembre me hace desear el fin del verano con el aire grávido de tormentas y rápidos chaparrones, la vuelta a la realidad que a cada uno de nosotros nos corresponde. Este ha sido un verano extraño de lluvias inesperadas y repentinos calores extremos, lunas redondas y empacho de bodas. Ha sido un tiempo de encuentros y de chiringuitos, de indignados y de políticos, de acampadas y de protestas, de dimes y diretes. Entre tanta oferta, a la ciudad le es difícil mantener el equilibrio para sacar de la rutina todos los que la visitan. Inmersa en el lenguaje y el ritmo que le impone esta época veraniega, tiene que mostrarse jovial y generosa de luz, con calles alegres y festivaleras, con bares y restaurantes según las últimas usanzas y tiendas de moda que enardecen toda pasividad. ( Pilar Moreno)
La noche de Luis Artigue. por : Elías Gorostiaga.
Dice cosas que a mi me gustan. A mi me gustaría mirar un árbol hasta convertirme en semilla. En ese árbol y en ese bosque para que suceda algo así, solo hace falta un eclipse y un deseo.
No nos vemos, no quedamos para cenar debajo del barro de la bodega, de esas paredes que respiran el olor de las raíces, de la tierra. Creemos que solo estamos los tres, los cuatro, pero a esta cena a la que no asistimos se van uniendo más comensales que no hemos visto, que no conocemos, incluso que no han nacido.
( Elías Gorostiaga)