La sensación de entrar en un laberinto del que ya nunca más vas a salir, es la sensación primitiva del espectador que ve El Resplandor por primera vez, una genial película de Stanley Kubrick, basada en la novela homónima de Stephen King. Desde el primer minuto sientes malestar, algo que no te abandona en esos despiadados 113 minutos restantes de pesadilla.
( Elías Gorostiaga)