Bienvenidos/as al número veraniego de Alenarte Revista.
Número algo reducido en formato, que es tiempo vacacional y hemos relajado un poco las costumbres. A pesar de eso esperamos que disfruten ahora con algo más de tiempo de lo que les ofrecemos.
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Bienvenidos a la sección Actualidades Varias del verano, julio-agosto- Alenarte.
Les ofrecemos dos propuestas interesantes y que tendrán tiempo para disfrutar. La primera una función teatral muy distinta a lo que se estila.
Eduardo Gilio, fundador del Teatro Acción, director, maestro de actores, autor, compositor, propone un teatro donde el actor es el centro. Dirigiendo Autorretrato Con su concepto de El Actor Creador, enseña a sus actores a inventar los materiales que él como dramaturgo unirá en el montaje dándoles un contexto y un sentido. Será en Madrid, en la sala El Montacargas.
La segunda en el museo Artium de Vitoria. La exposición “No tocar, por favor”, en la que se presenta “un proyecto desarrollado de forma coral, en el transcurso de múltiples reuniones entre todos los participantes, con el análisis de documentos e informaciones que se han ido incorporando al blog del proyecto y con el desarrollo de los distintos trabajos que finalmente se integran en el espacio expositivo.”
«en determinadas ocasiones el comportamiento del público puede no responder a lo que se considera apropiado en un museo. Precisamente el proyecto No tocar, por favor parte del análisis del minucioso registro de incidencias en las salas de exposiciones de Artium desde su apertura en 2002. «
Parece que el verano transcurriera alado, apenas los días y las noches volátiles, la atmósfera leve, el agua derramando sonidos, el monte concentrado en silencios, el horizonte extendido desde los ojos hasta el infinito. Y en el infinito otra vez la levedad y el tono cárdeno de los atardeceres, los andares de los solitarios paseantes, un poco de espuma, otros poco de ramas y de troncos, un vaso fresco sobre la mesa, una conversación alrededor del vaso. Parece que el verano fuera eso, un vaivén del ocio, el descanso de la fatiga, una cortina que apartamos para que el sol no deslumbre a los ojos, aquel sonido que ha resucitado, el juego en la tarde, el anochecer alargado, las sombras del calor que van huyendo camino adelante, recortados perfiles de gentes que apenas hacen nada, se distraen, ríen, conversan. ( José Julio Perlado )
A mitad de camino de la Calle Real, entre el Acueducto y la Plaza Mayor de Segovia, se llega a un enclave urbano articulado por una escalinata construida a mediados del siglo XIX que une el desnivel existente entre la plazuela de San Martín y la plaza de Medina del Campo, también llamada de las Sirenas o de Juan Bravo. [Cada nombre tiene su motivo, que apuntaré en su lugar, evitando fárragos prematuros. El oficial, el de Medina del Campo, es homenaje y recuerdo perenne de Segovia a la gesta de la ciudad vallisoletana cuando, durante la guerra de las Comunidades, se negó a cumplir la orden imperial de prestar sus piezas de artillería para aplastar con ellas la encarnizada resistencia de los comuneros segovianos, pertrechados en la catedral vieja. Más aún, Medina prefirió arder, a traicionar a Segovia].
Según muchos, esta plaza —urbanísticamente se trata de un espacio único—, es de las más hermosas que pueden admirarse, hasta el extremo de que algún eximio profesor de Historia del Arte, llegó a afirmar que es comparable con la Plaza de España en Roma. (Amando Carabias) .
No se preocupen los amigos lectores/as que no les voy a a poner una lista (ni una tonta) de libros “que no deben perderse”.
Una cree que los libros que no deben perderse son aquellos que a los lectores/as les apetece leer; y, naturalmente, cada quien tiene sus gustos.
La historia del Rijksmuseum de Amsterdam comienza a principios del siglo XIX cuando nace la idea de construir un edificio para albergar las colecciones de pintura y otros objetos históricos y de arte, provenientes de diferentes instituciones estatales y que hasta entonces estaban alojadas en el Trippenhuis, un pequeño palacio del siglo XVII en Amsterdam.
La decisión final se toma por fin en 1876 después de muchas consultas e indecisiones. El proyecto se le adjudica al arquitecto holandés Pierre Cuypers, católico, nacido en 1827 en Roermond, provincia de Limburgo, aunque no todos estaban de acuerdo con esta elección. Considerado como el constructor y restaurador de iglesias, capillas y monasterios, su obra tenía una gran influencia del gótico francés. Había estudiado a fondo esta forma artística de construcción e incluso se atrevía a ponerla en práctica, y aunque su proyecto para el Rijksmuseum era en parte de estilo neogótico y aún más manierista, el resultado recibió muchas críticas por los defensores del protestantismo al hacerles recordar a una iglesia católica. Tampoco fue del gusto del rey Guillermo III de Orange, que lo consideró demasiado burgués y decidió que no pondría un pie en ese convento. Se negó a poner la primera piedra y a llevar a cabo la inauguración oficial. ( Pilar Moreno).
Esa película de Mathieu Kassovitz es del año 1995, desde entonces no hay un solo año en el que no estallen algaradas en Londres o en París, en Madrid o en Barcelona, en el Cairo, en Túnez, en Nueva York, Los Ángeles, todos los barrios tienen el mismo corazón, palpitan deprisa y mueren pronto o desaparecen ( Elías Gorostiaga).