Les invitamos a un viaje virtual por tres excelentes y curiosas exposiciones que merecen tener más difusión en los medios.
En Actualidades este mes nos desplazamos a Inglaterra, Saint Ives, a Vitoria y a Ronda para presentarles a tres artistas muy diferentes entre sí.
William Scott del que se cumple el centenario de su nacimiento no es uno de los pintores más conocidos de su generación a pesar de su relación con creadores que le influyeron y con los que compartió puntos de vista y formas nuevas de pintura. Sin embargo sus pinturas muestran una radical modernidad que no ha perdido vigencia.
En el museo Artium de Vitoria, Katarina Zdjelar crea objetos visuales y sonoros para mostrarnos las adaptaciones o inadaptaciones que existen en hábitat multilingües para personas no procedentes del lugar donde residen. Curiosas performances y documentos sonoros que han merecido numerosos premios y menciones internacionales, y que deberían difundirse más.
Antonio Córdoba, granadino, con su particular forma de entender la relación entre el espectador y el cuadro propone en su exposición en la ciudad de Ronda una interacción visual enriquecedora y creadora de nuevas realidades. Ha tenido además la gentileza de hacernos llegar unas palabras presentando su exposición.
Retrospectiva de William Scott en la Tate St Ives.
El pintor británico del que se cumple ahora el centenario de su nacimiento es objeto de una retrospectiva de toda su obra, definida como un maestro en la exploración de la vida, el paisaje y el desnudo y los difusos límites que existen entre ellos.
Esta es la mayor muestra del artista en Gran Bretaña en los últimos veinte años.
Trabajando en esas tres facetas, estilos de vida, paisajes, desnudos, Scott desarrolló un lenguaje único impregnado de sensualidad y vitalismo.
Descendiente de irlandeses y escoceses empezó a pintar durante la segunda guerra mundial, realizando acuarelas de los compañeros de armas, y su entorno, tomando como referencia los objetos comunes que les rodeaban, bodegones de ollas, cacerolas, huevos, botellas, objetos de cocina…A partir de 1951 las formas comunes de los entornos familiares pasan a tener un sentido erótico, y entre el año 52-54 gira hacia la abstracción. En 1953 sus contactos con Pollok, Rothko y algunos otros pintores lo hicieron retornar a un estilo más tradicional de pintura, a partir de los años 60 mezcla la abstracción de un formato plano con la inclusión de objetos figurativos, otorgando así al cuadro un punto de vista subjetivo a través de la relación entre los objetos del mismo.
La exposición se podrá ver hasta el seis de mayo.
Próxima exposición de Katarina Zdjelar. “Of More Than One Voice”. En el Museo Artium de Vitoria.
Katarina Zdjelar (Belgrade, 1979) es una artista multidisciplinar que reside en Rotterdam. Sus trabajos consisten en piezas de vídeo, música y libros-objeto, Su trabajo explora las nociones de identidad, autoridad y comunidad, en el intercambio que se produce en hábitat multilingües.
Ha expuesto en Holanda, Reino Unido, Albania, Turquía, Nueva York, entre otros lugares. En el año 2012 ha sido nominada para el Premio Príncipe Pierre de Mónaco. En 2010 publicó Parapoetics Reader, editado por TENT. Rotterdam. Basado en una exposición del año anterior. También en 2012 participó en el Kunsthaus Baselland, Schlagwörter und Sprachgewalten, comisariada por Nadia Scheider, de Basilea.
Sobre su exposición Parapoetics, en la Revista Frieze, dijo Esperanza Rosales: “El título de la exposición, ‘Parapoetics’, se refiere a todo lo que tiene lugar fuera del lenguaje significativo – el excedente poético y las acciones paralelas que se crean cuando las personas aunque entren en nuevas comunidades de hablantes siguen siendo extranjeros, debido a incapacidades lingüísticas o por su propia decisión”.
En esta exposición los organizadores nos explican que “A pesar de que el trabajo de Zdjelar se haya centrado hasta la fecha en la imagen en movimiento y el sonido, en esta ocasión hemos decidido incluir un par de elementos nuevos que enfatizarían el carácter multidimensional que subyace en su práctica artística. Ambos trabajos continúan en su línea de reflexión sobre el significado del lenguaje, bien resaltando relaciones de poder y trazas de colonialismo, como en el caso de los anuncios —que funcionan como imagen de la propia exposición—, o bien sacando a la luz el habitual sentido del humor presente en todos los trabajos de la artista, en el caso de las recetas de cocina.
En el primer caso el trabajo consiste en una serie de anuncios de periódicos ghaneses que nos llevan a la época del imperio colonial y su tendencia a poner nuevos nombres a los habitantes. Estos muestran cómo el hecho de tener un nombre extranjero pasó a ser una muestra de pertenencia a la elite intelectual y económica del país, una insignia de prestigio y superioridad social.
En segundo lugar están las series de recetas que muestran cómo cocinar deliciosos platos a partir de los precarios ingredientes suministrados por la ayuda humanitaria en los años noventa, durante la guerra de la antigua Yugoslavia. Estas creaciones simulan recetas reales en su forma externa, en un esfuerzo por crear una ilusión de normalidad.
Con su nuevo cuerpo de trabajo Zdjelar aborda de nuevo el tema de la «traducción» como un espacio que hace (in)comprensible al lenguaje, en un proceso de traducción y de retraducción, o como un ámbito capaz de generar terrenos semánticos insolubles.”
Exposición de Pintura en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Ronda: Antonio Córdoba Fernández presenta su obra inédita “Silencios Efímeros”.
Teniendo como hilo conductor el paisaje y los distintos elementos que lo conforman, Silencios Efímeros es un viaje que explora el fenómeno de la percepción humana en el que artista Antonio Córdoba usa la sugerencia como el pilar central que sostiene su obra planteando perspectivas imposibles y composiciones arriesgadas que invitan al espectador a formar parte de la misma.
El título de esta muestra responde a la interacción entre el visitante y la obra de arte, el silencio místico de una catedral, el silencio de unas ruinas de la Lepcis Magna de Libia, o la ausencia de ruido alguno en la ciudad, por un instante, mientras cruzamos el paso de cebra, es ese silencio efímero que nos provoca lo que nos gusta, que surge ante la obra de Antonio Córdoba y que sumerge al espectador en la creación de este artista cuestionando la importancia de la existencia humana a través de ese dualismo presente en la exposición entre la naturaleza y el poder humano para transformarla
El autor es pintor granadino, nacido en 1974. Además de pintor es técnico superior de Grabado, y ejerce como tal tanto en su faceta artística como profesional de la enseñanza en esta materia. Sus exposiciones individuales se localizan en Granada y provincia; ha participado también en diversas exposiciones colectivas; las más recientes en 2011, como son la Exposición finalistas Premio de Pieza Única. Torrearte. Torremocha del Jarama (Madrid) y la Exposición de los artistas becados en el V Certamen de pintura «Entre valles». Torrearte. Torremocha del Jarama (Madrid).
Su obra está presente en las colecciones del Museo y Centro de Arte Contemporáneo Daniel Vázquez Díaz (Nerva-Huelva), el Museo de Arte Contemporáneo de la Zarzuela del Monte (Segovia). El Centro Artístico, Literario y Científico de Granada, entre otros. Entre sus premios destaca el Premio de grabado en el XII Certamen de Artes Plasticas de Granada. 2010.
Sobre su exposición, Antonio Córdoba ha tenido la gentileza de enviarnos estas palabras:
“Silencios efímeros” es mi última muestra, que se podrá ver en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Ronda del 6 al 28 de febrero, es una exposición donde lo más importante es la emoción y el espectador, pretendo que éste sea el protagonista de la obra, además el arte está pensado para un espectador, ¿por qué no va a ser el protagonista?, las perspectivas están ideadas para una visualización y lectura más directa de la obra, las técnicas que he utilizado son oleo, acrílicos, grabados y dibujos, en total casi unas 60 obras inéditas, hechas para esta muestra. Nada es eterno incluso el silencio es efímero, cuando nos emocionamos ante un paisaje o cualquier cosa que nos gusta, nos adentramos en un silencio que por desgracia es fugaz, después del silencio de la emoción, volvemos de nuevo a la rutina y al ruido banal.«
catherine
enero 31st, 2013
Muy interesantes las palabras del artista en cuanto al silencio y el papel del espectador.Ojalá tenemos más a menudo este punto de vista.