Este mes viene a Alenarte, a esta sección, un excelente libro de poesía. Y quisiera empezar por ahí la crítica o reseña del mismo.
Imagino que los lectores/as a veces se preguntarán en qué parámetros me baso para decir que un libro es bueno o malo. Naturalmente tendría que aclarar que los parámetros siempre son subjetivos, porque son de quienes los hacen. Ahora bien, dicho esto, cuando hablo de libro excelente, como es el Amor Manual de Ángel Muñoz, que acaba de publicar Talentura Editorial, hablo de que es un libro que tiene una apuesta poética determinada, con un contenido claro, un lenguaje apropiado a ese contenido y que sugiere al lector. Funciones que siempre inntentó seguir la lírica, por mucho que se la desvirtúe bajo capa del yo escribo como quiero.
No. Si uno escribe simplemente como quiere puede perpetrar engendros también. Porque escribir poesía significa elaborar un mundo personal- la lírica siempre es subjetiva- de modo que trascienda, que no se quede en anécdota y que nos llegue a todos como generalizable y compartible. ( Alena Collar )
Ángel Muñoz: Sin adornos. Amor Manual . Por : Alena Collar.
Ángel Muñoz comparte un Amor manual, pero desde luego no de manual. Ya en el título radica una clave de significado que se debería leer con cierta atención.
El amor manual es obra de artesanos. Es decir, aquel que se realiza con las manos. Y además amorosamente. El juego de sentido entre el amor como “aprendizaje” ( manual) y el amor artesano, es decir el que se construye poco a poco, es una de las claves del libro. Y está perfectamente conseguida a través de los tres círculos amorosos que plantea el poeta.
El de la niñez, en el que el amor es mero sujeto pasivo; el poeta recibe el amor, o lo ve ( o lo echa de menos) en otros, el de la adolescencia, en el que es una búsqueda, y el de la vida consciente, adulta. En ese último el orfebre- el artesano- llega a su construcción y la finaliza.
Pero. Pero no la finaliza sino como “oficio”, en el segundo sentido de “manual”, es decir; el amor que se construye en cuanto se es consciente de dicha construcción pasa a ser rutinario, manual, y por lo tanto, resignado.
Hay una profunda sensación en todos estos poemas del amor como aquello que no será pero estoy dispuesto a aceptar como sustitutivo.
Sustitutivo de un ideal amoroso; que, por los propios versos del Poeta en el fondo es “una insensatez […] hasta que el remedio solo nos autorice ver nuestras autopsias”.
Todo ello, esta especie de “tratado” de los estados amorosos, se va dando al lector a través de un lenguaje sin ningún adorno, escueto, sobrio, conciso, de versos en general muy breves, con un desapego hacia los ornatos que, sin embargo sugiere, deja leer entre líneas, y que no necesita, volviendo a lo que decía al principio del articulo recurrir ni al desahogo ni a desvirtuar la intimidad lírica.
Por eso es un excelente libro.
Amando Carabias
octubre 11th, 2011
Esperando su próxima lectura en el estante. Acaba de escalar varias posiciones… Todas las posiciones.
Elèna Casero
octubre 11th, 2011
He ido leyendo poemas de aquí y de allá. No soy experta en poesía (ni en otras cosas) unos poemas me han gustado más que otros, para eso es subjetivo el gusto. Lo que me ha llamado la atención es la forma. Digamos que algunos comienzan de manera tradicional para acabar súbitamente en formas que parecen haikus. Ya digo que no entiendo, lo que sí aprecio es un gran trabajo, una laboriosidad inmensa para encontrar el término apropiado para cada estado de ánimo.
Pero como tú lo has expresado mucho mejor que yo, porque la crítica es de gran calidad, dejo tus palabras en lugar de las mías.
angel muñoz
octubre 19th, 2011
Muchas gracias por la crítica sincera y constructiva Alena. También a ti Amando y a ti Elena por tu honestidad en el comentario.