No sé si todos pensarán lo mismo, pero, a mi modo de ver, anunciar que la peor sensación que he tenido como lector es que el libro se ha acabado, es lo mejor que se puede decir de él y, por extensión, de quien lo ha escrito.
Eso es exactamente lo que me ha pasado con La noche de los tiempos de Antonio Muñoz Molina (Seix Barral, 2009).
Antes de leerlo tuve la oportunidad de asistir a la conversación que sobre él se desarrolló dentro del Hay Festival de Segovia, durante el último mes de septiembre. Ya entonces quedé convencido de que su lectura sería provechosa, y no sólo como lector que durante unas horas (en este caso unas cuantas, pues el libro tiene –en la edición que manejo— novecientas cincuenta y ocho páginas), va a disfrutar de un gran escritor, sino que va a sumergirse en una de esas historias que atrapa por su contundencia, por la fuerza de sus personajes llenos de matices, por esa capacidad del escritor de usar el lenguaje en toda la versatilidad que nuestro idioma otorga. ( Amando Carabias )
Read More