El poemario de David Trashumante, El amor de los peces, editado por Unaria Ediciones, y con dibujos del propio autor, es un excelente libro. Lo digo ya de entrada porque es bastante complicado encontrar hoy un conjunto de poemas que guarden unidad, tanto en el conjunto de textos como en la forma de estructurarlos, así como en la temática que tienen.
Estos poemas de amor, son una muestra de que el lenguaje sirve para crear además de contenido, belleza estética.
( Alena Collar)
David Trashumante o el lenguaje como estética. Por: Alena Collar.
El autor, a través de una metáfora explícita, “explica” las diferentes formas de amar; y así tenemos el amor en general, la primera sección, que es una especie de cartografía amorosa, el amor pez morena, el amor ballena, el amor tiburón, y el amor pulpo.
Ahora bien, dicho esto que también es muy genérico, a mí me gustaría destacar varias cosas por las que yo invito al lector a leer este libro:
La primera, la nueva forma de acercarse al lenguaje: todo el libro está lleno de hallazgos expresivos, de metáforas, símbolos, aliteraciones, metonimias, juegos semánticos, asociaciones léxicas que crean nuevos significados, un joyel precioso de expresividad y belleza. Un expandirse del sentido hacia otros sentidos, que, a mí, en algunos poemas me ha recordado a poemas de Huidobro, o del mejor Vicente Aleixandre, como en Vigía mudo, un extraordinario poema.
En segundo lugar, contrariamente a lo que se podría pensar, el lenguaje es muy accesible, pero además está lleno de armonía rítmica, de musicalidad, de textura. Y todo ello con un despliegue verbal que casi asusta, visto lo que se ve a veces por ahí.
Hay frases como diamantes, algunas emparentadas con el mejor Lorca expresionista: “De los cordones umbilicales de la noche/ cuelgan tiburones ahorcados”, dice en Loba de mar, por ejemplo.
Podría seguir. Pero prefiero invitarles a leerlo. Y también felicitar a la editorial por haber editado con tan bello diseño un poemario tan merecedor de ello y por los textos de Ana Pérez Cañamares y José María Cumbreño en prólogo y epílogo ajustados y certeros.
Amando Carabias
mayo 21st, 2014
Tuve el inmenso honor y el grandísimo placer de presentar este libro en Segovia, en la Librería Diagonal. Como siempre pasa con Amelia Díaz Benlliure, todo fue muy rápido, pero muy hermoso.
Venían del Levante la editora y el autor. Iban a Madrid, pero antes pararon en esta tierra, pues David vivió aquí cuando estudiaba y trabó amistad con la propietaria de la Librería Diagonal donde se celebró el acto.
Conocí con pocas horas de diferencia los versos y luego a su autor, y doy fe de que cuanto escribe Alena Collar es ciertísimo y además, añado, que si tenéis oportunidad, escuchar recitar a este hombre es una gozada.. Supongo que por esa capacidad suya para el recitado es por lo que el ritmo de su poesía es algo tan conseguido.