La poesía y la tecnología del diseño llevan intrínseco el arte. Vino el arte de mano de la necesidad, vino la necesidad primero o el arte después. Dilema. Por conveniencia el Homo Sapiens se queda viviendo en los lugares donde hay agua. Y se desarrolla la forma primitiva de la agricultura. Con el desarrollo de la agricultura, viene de la mano el desarrollo de la tecnología agrícola para poder desarrollar el arte y la ciencia de sobrevivir ( Carmen Amaralis Vega).
De las Ciencias a la Poesía. Por : Carmen Amaralis Vega.
Para un científico envuelto en su trabajo de laboratorio pareciera no haber tiempo para nada más. Eso piensan los Humanistas. Pero la verdad es que el científico siente y padece como cualquier otro ser humano. Y por sus sentidos entran los mismos estímulos, fuente de toda inspiración. Los científicos miran a los humanistas como criaturas que no tienen los pies en la tierra y andan con la cabeza enarbolada complicando las cosas sencillas e impidiendo el progreso tecnológico.
Pero qué vino primero, si la ciencia o la poesía es algo que se remonta a los comienzos de la humanidad.
Según Richard Leaky, el Homo Erectus se convirtió en Homo Sapiens en el momento en que sintió compasión por otro Homo Erectus, y yo digo que el Homo Sapiens se elevó a la sima de la sensibilidad el día que organizó sus sentimientos y escribió el primer poema en el agua.
Este gesto de sensibilidad y creatividad lo diferenciaría del resto de los animales en la tierra.
La poesía y la tecnología del diseño llevan intrínseco el arte. Vino el arte de mano de la necesidad, vino la necesidad primero o el arte después. Dilema. Por conveniencia el Homo Sapiens se queda viviendo en los lugares donde hay agua. Y se desarrolla la forma primitiva de la agricultura. Con el desarrollo de la agricultura, viene de la mano el desarrollo de la tecnología agrícola para poder desarrollar el arte y la ciencia de sobrevivir.
El desarrollo del cerebro permite darle buena utilidad a las manos. Con el desarrollo del cerebro también se desarrolla la conciencia, tanto del amor como de la muerte, se desarrolla la sensibilidad por la belleza y el lenguaje que nos permita compartir esos sentimientos puros, esto nos distingue como seres humanos. Sentimos amor o compasión porque tenemos cerebro desarrollado, esto nos permite el desarrollo de las ciencias y de la creatividad, y con ellos surge la poesía.
Es interesante observar que en esta época moderna tanto los humanistas como los científicos disputan entre sí tratando de demostrar cual de ellos es más importante para la humanidad. Cuando te encuentras ante una encrucijada de vida o letras, te pones a escribir un poema o refuerzas tus ventanas. Para mí la decisión es bien difícil, porque disfruto tanto de la palabra escrita, el poema, como de la seguridad de mi hogar.
Decidir que es más importante, si la poesía, la creatividad, la felicidad que proporcionan las bellas artes o la seguridad y el bienestar que da la salud y la protección de la vida es muy difícil. Escoger es una decisión casi imposible.
Lo que es el hombre sabio de estos días es el resultado de las ciencias acumuladas, pero es también su sabiduría resultado del desarrollo del pensamiento filosófico y la musa inspiradora y creadora y las manifestaciones sublimes de la palabra poética.
Miguel Ángel tuvo que estudiar detenidamente las formas de la anatomía humana antes de crear sus bellas imágenes en la Capilla Sixtina. Se tuvieron que crear, fabricar y extraer los extractos y resinas y los pigmentos antes de poder crear sus bellos murales en las paredes medievales pintadas por Mantegna o en los cuadros de Giotto. Se calcinaron los ojos de los mineros en las minas de turquesas en El Mediano Oriente antes de poder forrar las paredes de Santa Sofía con mosaicos de turquesas en Estambul.
Es que acaso tuvo que reconocer las limitaciones de su naturaleza para desarrollar la tecnología que le salvaguardara o en el desarrollo de esa tecnología tuvo que usar de su creatividad dando origen a las artes y a la poesía. La decisión se las dejo a Ustedes, pero para mi tanto las ciencias como las artes son igualmente importantes para la perfecta armonía y balance del ser humano. Por algo se nos creo con dos lóbulos cerebrales con cada una de estas dos funciones y el hombre tendrá perfecto balance cuando desarrolle ambas destrezas en perfecto balance.
Como Poeta y Científica percibo la humanidad con harmonía de propósitos y no tengo tiempo para confusión, pues cuando miro la rosa no solo admiro la belleza estética sino también la microscópica y atómica molecular que le da la forma, el color y el aroma. Con ese contemplar de lo físico me llega simultáneamente su belleza, la inspiración para un poema.
Desde niña tuve que decidir en qué empleaba mi tiempo. Tenía una curiosidad natural por entender como funcionaban los aparatos eléctricos, de dónde salía la imagen del televisor, cómo llegaba el sonido desde Nueva York hasta mi casa por el aparato del teléfono, pero también me emocionaba el canto del ruiseñor que anidaba en mi jardín, me enloquecía ver abrir un capullo de rosa, observar la transformación de una nube y dibujar en mi mente cientos de elefantes en el cielo. Leía todo lo que caía en mis manos. A los diez años deseaba desentrañar el sentimiento humano descrito en las novelas de Corín Tellado y el misterio de las novelas de Ágata Christie
Según fui creciendo comencé a escribir. Primero un diario donde describía todas las emociones de cada día, el primer beso, el primer desencanto de amor. La mezcla de lecturas, tanto de ciencias como de literatura fue enriqueciendo mi vocabulario y sin notarlo se mezclaban en mi poesía los términos que usaba comúnmente en los cursos de ciencias. Y cito aquí uno de mis primeros poemas:
Enséñame el color de tus abismos.
Permíteme subir a la órbita que gira alrededor de tu cuerpo.
Quizás un pequeño desbalance de fuerzas
me obligue a estrellarme contra ti,
y estalles en mil destellos
perdiendo tu órbita,
y encuentres finalmente
mi espiral.
Me apasioné por T.S.Eliot, porque su poesía incluía espirales, acordes de violín, energía en transformación. Era mi alma gemela. Luego conocí el libro Astralba de Loreina Santos Silva, a la que le llaman la poeta del cosmos. Estos dos encuentros me reafirmaron en el hecho de que la poesía no tiene que estar desligada de elementos científicos, y viceversa. Es imposible hacer buena ciencia sin un alto grado de amor por la vida y la belleza que la componen y sin las destrezas científicas la poesía no llega al lector.
*Articulo publicado por primera vez en la Revista Universitaria de la Universidad de Mayagüez, Puerto Rico. En 2008. Cedido por la autora para Alenarte Revista.
© Copyright Carmen Amaralis Vega. Universidad Mayagüez. Puerto Rico. 2008.*
catherine
septiembre 8th, 2010
tengo una formación de quimista y me siento más literaria. ¡Qué le voy a hacer!
Carmen Amaralis Vega
septiembre 10th, 2010
Alena, nuevamente te propones algo y lo logras con calidad. Te felicito por este número de Alenarte en el nuevo formato, muy conveniente al leer.
Mis más profundas felicitaciones y agradecimiento por permitirme colaborar contigo,
Carmen Amaralis
Miguel Marquez
septiembre 24th, 2010
Soy amante de la lectura, especialmente la relativa a la historia , y creo muy interesante poder tener la habilidad de hacer ciencia y poes[ia. Felicito a Carmen
Lola R
septiembre 24th, 2010
Un artículo interesante y emocionante. ¿Cómo hacer poesía sin fascinarse por la ciencia, si la ciencia es el culmen de la inteligencia humana? Cierto es, creo, que los artistas viven más en el hemisferio derecho, mientras que los científicos viven más en el hemisferio izquierdo. Lo he estudiado hace poco. Os recomiendo un vídeo que está en youtube en el que una neuróloga, Jill B. Taylor, cuenta lo que le ocurrió cuando perdió la actividad de uno de sus hemisferios cerebrales por un derrame:
http://www.youtube.com/watch?v=wsvlhmdFulU
Carmen Amaralis Vega
octubre 11th, 2010
Lola R. , entré a ver el artículo que recomiendas y es muy cierto, en mi caso no se cómo esplicar que desarrollo tanto las ciencias como la literatura, y conozco un compañero que es bioquímico y un clarinetista virtuoso. Gracias por tu lectura y comentario, Carmen Amaralis