Tengo yo que decir antes de comentar este libro, que con este libro me han pasado a mí cosas muy raras. Y ustedes perdonarán que los comente en este tono y en esta revista tan seria. Pero quien avisa no es traidor, y hay libros que tienen una relación especial con una antes de que una lo tenga en su poder, cuando los tiene en su poder e incluso después de tenerlos en su poder.
Y este libro de Isabel Barceló, Dido, Reina de Cartago, me llegó tarde; tan tarde que casi no me llega, y cuando me llegó resulta que tuvo mala pata, porque llegó el pobre con páginas de menos, y ahora que me ha llegado sano resulta que soy yo la que no lo está y por ello no puedo ir a recogerlo.
Es decir, que lo tengo a medias.
Y dirán los lectores de esta Revista tan seria que si lo tengo a medias a ver para qué hablo de él sin terminarlo.
Pues verán ustedes, para ser sincera; primero porque me da la gana, y segundo porque hasta esas “medias”, el libro me está gustando, entreteniendo, divirtiendo e interesando ( Alena. Collar ) .
Dido, Reina de Cartago de Isabel Barceló. Por: Alena Collar .
Isabel Barceló ha construido, a cuenta de escribir la historia de Dido a través de un personaje presuntamente secundario, un relato no solo histórico sino humano, de un tiempo y unas personas – no personajes- que nos aparecen como absolutamente reales, perceptibles, con un estilo sencillo, sin artificios, con un lenguaje que todo el mundo puede leer –gracias sean dadas a los dioses-, y en el que el interés de la narración atrapa desde el principio. Quizás, por ponerle un pequeño pero, Isabel Barceló parece a veces que contiene su escritura; vaya a ser que se le advierta un exceso de lirismo, sin darse cuenta de que, cuando éste aparece en su novela, no solo suma, sino que añade gusto por la lectura. Así, hay algunas descripciones de la noche, de los sentimientos de la reina, de ciertos paisajes, realmente sugestivos.
Domina muy bien el tempo narrativo, es decir, sabe muy bien cuándo cambiar de registro, define muy bien los caracteres a través del diálogo, sin necesidad de definirlos como autora; es más, aquí se produce el fenómeno de la elisión (o elusión) del narrador, con lo que la historia parece contada por los propios actores, lo que le añade credibilidad.
Y domina y conoce muy bien la historia antigua; lo cual no quiere decir que abrume a datos, ni a pies de página, que en las novelas históricas suelen abundar y de paso aburrir, y eso le hace moverse con soltura por geografías y hechos.
Es un libro muy recomendable y por eso aparece aquí, a ver si es posible que yo acabe de leerlo y ustedes de buscarlo; la autora y el libro se lo merecen.
Flamenco Rojo
octubre 11th, 2010
Ya te tiene que estar gustando para hablar así del libro llevándolo a «medias».
Un abrazo.
Elena Casero
octubre 17th, 2010
No sabes cuánto me alegrro.