Un recorrido histórico y artístico por el Centro Atlántico de Arte Moderno de las Palmas de Gran Canaria nos lleva a disfrutar de sus obras y a recordar cuánto se ha hecho en él por el arte, con un especial énfasis en su transculturalidad: abierto a África, abierto a Europa, abierto a América. Y hoy perteneciente a un arte globalizado, del que aquí se pueden ver ejemplos magníficos, como los que les presenta nuestra redactora.
Desde obras de artistas americanos, pasando por creadores de las Islas, un amplísimo abanico para disfrutar: Oscar Dominguez, Ron Gorchov, Hans Lemen, José Bedia, Carlos Macía o Juan Muñoz, son algunos de ellos.
Igual que la diversidad de creadores, sus técnicas; escultura, pintura, instalaciones…
Un lugar para regresar muchas veces del que aquí les queremos al menos invitar a conocer una muestra.
El Centro Atlántico de Arte Moderno. Por Virginia Seguí.
El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), está situado en el histórico barrio de Vegueta en pleno casco antiguo de la capital de la Isla de Gran Canaria, para acceder a él debes adentrarte en este antiguo barrio y recorrer estrechas y empinadas calles en las que se encuentran algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad; fue inaugurado el 4 de diciembre de 1989 uniéndose así al Museo de Arte Reina Sofía y al Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), creados unos años antes, pasando a convertirse en el tercer museo español dedicados específicamente al arte moderno y contemporáneo.
Este centro de arte debe mucho al empeño personal del escultor canario Martin Chirino López cofundador, en 1957, del grupo El Paso y partícipe de la redacción, en 1976, del Manifiesto del Hierro que reivindicaba la evidente africanidad de la identidad y el arte canarios ya que la proximidad geográfica del continente africano a las islas Canarias hizo imposible que sus habitantes pudieran sustraerse a sus influencias; firmante, a fines del mismo año, del Documento Afrocán; profundizando en el tema ya con realizaciones específicas plasmadas en algunas de sus obras denominadas Afrocanes. Esculturas macizas que dejaban patente la proximidad de su arte con las máscaras africanas confirmando las relaciones interculturales.
Obras que expuso en la madrileña galería de arte de Juana Mordó y que propiciaron el mencionado documento, que fue suscrito por otros intelectuales canarios entre los que podemos citar a Manuel Padorno. El documento aun reivindicando sus propias señas de identidad no dejaba de buscar sus raíces en la cultura guanche.
Esta declarada africanidad no significaba, naturalmente, renunciar ni desvincularse de las tradicionales relaciones de la cultura y arte isleños con las culturas americanas; el continente del otro lado del Atlántico siempre ha estado muy presente en las islas, existiendo esa comunicación y maridaje entre culturas cuyo intercambio siempre significó un enriquecimiento mutuo con el que que se acaba de conjugar el concepto de Tricontinentalidad que Martín Chirino proclamaba y fomentaba indicando que África, América y Europa convergen en el crisol isleño dotando a sus habitantes de una singular identidad.
Concepto que fue respaldado y difundido a través de las páginas de la revista: Atlántica. Revista de Arte y Pensamiento, cuyo primer número (Núm. Cero) aparecería en 1990, incluyendo el artículo Una propuesta para el cambio de siglo, firmado por Martín Chirino; la revista continúa su andadura publicándose como instrumento difusor y dinamizador del arte y la cultura artística moderna y contemporánea en general; destacando siempre el diálogo intercultural implícito en su propuesta de tricontinentalidad.
El Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria se ubica en un edificio del barrio de Vegueta rehabilitado siguiendo el proyecto presentado por el arquitecto Javier Sáenz de Oiza, tras ganar el concurso realizado al efecto. Martín Chirino fue nombrado Director y Consejero Delegado del centro de arte que abrió sus puertas con una exposición dedicada a las relaciones intercontinentales del movimiento Surrealista titulada: Surrealismo entre el Viejo y el Nuevo Mundo cuyo comisariado corrió a cargo del historiador del arte especialista en vanguardias artísticas Juan Manuel Bonet.
Desde sus inicios el museo apostó por convertirse en un referente del arte moderno y contemporáneo y tanto sus muchas actividades culturales como las muestras de arte en él realizadas así lo demuestran; desde la primera, ya citada, en la que se escenificaba la huella que las primeras vanguardias europeas dejaron en el arte de zonas periféricas y de muchas de las re-elaboraciones que de ellas hicieron artistas de otras latitudes; en definitiva un dictado, entonces, básicamente, europeo; recogido tanto en el arte de las islas como en Latinoamérica en la que se incluyen los países caribeños. La impronta africana, en estas primeras vanguardias artísticas estaba también presente y era patente en muchas de sus expresiones artísticas como también lo fue en el movimiento surrealista; subrayando ya su la huella tricontinental cuando ésta todavía no había sido reconocida ni explicitada por nadie.
No obstante, hoy día el concepto de tricontinentalidad está superado habiendo quedando inmerso en dentro de un concepto más amplio denominado Arte Globalizado, que incluye e incorpora otras miradas presentes hoy tanto en el imaginario colectivo de las islas como en el resto de sociedades actuales.
Martín Chirino declaraba en una conferencia previa a la inauguración del centro de Arte y titulada: El CAAM, utopía tricontinental que: “La reflexión sobre la tradición y la innovación sitúa a CAAM en la necesidad de una revisión histórica del arte dentro de las últimas formas de creación y distribución. El nuestro es un camino de indagación sobre las relaciones entre la identidad y las diferencias culturales, sobre el tiempo histórico y las influencia entre futuro y pasado, sobre lo permanente y lo efímero, lo universal y lo específico”; palabras que se convirtieron en toda un declaración de intenciones.
La inauguración del CAAM coincidió en el tiempo con otra importante exposición realizada en por Centre Georges Pompidu de París y titulada Les Magiciens de la Terre, que presentaba un debate discursivo expositivo sobre la alteralidad; al superar lo meramente artístico adentrándose en cuestiones filosóficas que abriendo la mirada a visiones ajenas y críticas, distintas del arte oficial, iban haciendo incursiones en temas más polémicos como nacionalismos, localismos, regionalismos, indigenismos, bien podríamos decir colonialistas en general; incluyendo otras variables multiculturales relacionadas con todo tipo de identidades oprimidas ya fueran estas, raciales, femenistas, sexuales, etc.
El Centro Atlántico de Arte Moderno aborda en la exposición actual un diálogo entre las exposiciones realizadas hasta este momento, a modo de ejercicio histórico artístico con el que demuestra tanto su compromiso con el arte moderno y contemporáneo como su compromiso de tricontinentalidad o ya, más bien; globalidad en materia de arte y cultura; recogiendo un amplio muestrario de obras de entre las expuestas en las muestras realizadas desde el inicio de su andadura en 1989; conjugándolas, ahora, en una sola que de algún modo resume su trayectoria y quehacer diario.
La exposición conmemorativa del evento es una especie de retrospectiva que presenta obras que a lo largo de estos años se han ido exponiendo en las diferentes muestras presentadas en él; entre las que hay piezas de su propia colección o de otras colecciones públicas y privadas; entre ellas figuran obras de artistas africanos entro otros destacan los sudafricano Willie Bester con su Caballo de Troya y Win Botha que presenta la instalación Generic Self-portrait as a superior Hybrid, De Malí se presenta Abdoulayé Konate con su bra Symhonie Bleue, serie 4, el camerunés Barthélémy Toguo expone su obra Naturaleza para prohibido fornicar y Berry Bickle de Zimbabwe presenta su obra Inzima.
Entre los artistas americanos destacan el cubano José Bedia que expuso en la CAAM en el 2011 del que se expone la obra Malos pensamientos, el brasileño Saint Clair Cemin con su escultura Mister Time, el estadounidense Ron Gorchov del que puede admirarse su obra Androcles; obras que hoy forman parte de la colección del museo; Santiago Rodríguez Olazábal presenta su obras Como un barco en el océano. Tela 4; entre otros.
Españoles y europeos también hacen su aportación a la muestra con obras interesantes: el holandés Hans Lemmen presenta una escultura en bronce titulada La pesadilla de Aquiles; entre los españoles citaremos al sevillano Patricio Cabrera con su obra Dicen las plantas, del lucense Carlos Macía se expone su escultura Serie Markers. Sin Título Nº 43; y del ibicenco Juan Muñoz se muestra su obra Personaje plaza de Madrid.
Y para terminar citaremos algunos de los artistas específicamente canarios cuyas obras se exponen en esta interesante muestra; destaca el tinerfeño Oscar Domínguez, cuya obra se incluye en las propias vanguardias históricas y dentro del movimiento surrealista, del que se presenta la obra Nature Morte au Prisme, Felo Monzón destacado artista canario nacido en Las Palmas y fundador, en 1951,del grupo LADAC junto a otros artistas canarios como Manolo Millares, Plácido Fleitas y Juan Ismael; de este artista se presenta su obra Composición Canaria fechada en 1937; también están presentes Millares con una obra realizada en técnica mixta sobre arpillera de 1968 denominada Sin Título; de Plácido Fleitas se expone una escultura en madera también Sin Título; Juan Ismael esta representado con varias obras entre las que destacan Marina azul y Mujer africana, de Cesar Manrique se expone su obra Sexo calcinado fechada en 1974.
Como es de suponer además de todos los citados pueden admirarse obras de otros muchos artistas que dotan a la muestra de gran interés y convierten en un evento que de ser posible no conviene perderse; los que no puedan ir a la capital de las islas a deleitarla personalmente tienen en este artículo una pequeña muestra de tan interesante exposición por la que felicitamos al Centro Atlántico de Arte Moderno.