En 2001 se sumó al primer título el de Casa de los Derechos Humanos. El conservador y su equipo no habían esperado este cambio de denominación para unir las ideas de resistencia y de derechos en sus primeras exposiciones temporales y siguen haciéndolo como lo enseñará un recorrido sumario en el catálogo del museo.
En el artículo anterior teníamos el cartel de Spoliés, la exposición del otoño de 2010 que se derivó del coloquio del mismo año a propósito de la arianización de los bienes judíos y del trabajo del historiador Tal Bruttmann que recopila todas estas expoliaciones en Isère. Es la continuación de la obra de Isaac Schneersohn que fundó en Grenoble el centro de Documentación Judía contemporánea el 23 de abril de 1943 para conservar la memoria de todas las persecuciones antisemitas.
( Catherine Beaume )
El Museo de la Resistencia y de la Deportación de l’Isère en Grenoble. II. -La Casa de los Derechos Humanos-. Por : Catherine Beaume.
Los nazis no confiscaban sólo los bienes judíos sino todas las riquezas de los países invadidos y en particular las obras de arte. En el libro de Rose Valland el frente del arte se describía la obra de esta conservadora del Museo del Jeu de Paume, museo que los alemanes usaban como almacén de las obras robadas en la Francia entera. Apuntaba la repartición de estos tesoros y pasada la guerra se facilitó su recuperación. Su testimonio en Nuremberg y su contribución a la reconstrucción de los museos alemanes son pruebas de su grandeza que le valió condecoraciones de muchos países y esta exposición en su tierra natal.
La Shoah es El Genocidio pero es una noción que se extendió a otras exterminaciones sistemáticas, anteriores o ulteriores. El museo ofreció exposiciones sobres los genocidios armenio y camboyano con testimonios de sobrevivientes instalados en las afueras de Grenoble.
Grenoble es una de las cinco ciudades “Compagnon de la Libération”, una capital de la Resistencia. Pero se puede decir que la resistencia empezó antes de la Resistencia con la treintena de jóvenes que se fueron a luchar con los republicanos españoles y que al regresar fueron muy activos en Francia en contra del enemigo, primero en las fabricas (como los obreros de la fabrica de la viscosa, objeto de una exposición) y también a través de los maquis.
Por otra parte entre los españoles que llegaron con este Tren que se paró en Grenoble -y que fueron muy mal recibidos-, aparcados en el pabellón de la Hulla Blanca del parque de las exposiciones con el calor del verano y poco agua , entonces acampados en varios lugares del departamento, hubo muchos que se implicaron en la resistencia y los combates. Se olvida a menudo que los primeros soldados de la Francia Libre que entraron en París fueron los de la Nueve con vehículos blindados llevando nombres de la historia española , de don Quijote a Teruel, y que fueron 150 al lado del general de Gaulle en el desfile en los Champs Elysées el 24 de agosto de 1944.A pesar de todo muchos españoles se quedaron en Isère, otros llegaron durante los años del franquismo y llevaron sus testimonios en la exposición el Tren. Son tan numerosos que existen en la ciudad y los suburbios un casal catalá y varias asociaciones españolas.
En las guerras mundiales, la I y la II, participaron también soldados y trabajadores coloniales de todo el Imperio francés, (hasta trabajadores chinos en 1916, no incluidos en este imperio) que acudían en socorro de la Madre Patria. La mayoría eran movilizados o voluntarios designados por el alcalde de su pueblo, por ejemplo un hijo entre los dos de una familia. En 1939-1940, como en la I guerra mundial en el ejército, se encontraban tropas indígenas del Ejército de África y de las Tropas coloniales con gente del resto del imperio. Los indochinos fueron usados más en fábricas de explosivos y otras armas por su habilidad. Pero los trabajadores padecían el mismo maltrato que los militares, todos tenían pocos derechos, poco salario, poca promoción. Era peor con los alemanes que daban pruebas de racismo en contra de los negros, por ejemplo cerca de Lyon masacraron a setenta prisioneros senegaleses, y cuando no les mataban de inmediato no les querían en los campos de prisioneros de Alemania, les aparcaban en Francia. El presidente del Senado de 1958 a 1968 Gaston Monnerville, guyanés, dijo que “sin el imperio Francia sería sólo un país liberado, gracias al imperio es un país vencedor” es decir que es África quien proporcionó el armazón del ejército de liberación. Fue en Brazzaville que se proclamó el 26 de octubre de 1942 la Francia Libre, fue de África, pasando por Italia, que llegaron las tropas del Desembarco de Provenza. Fue con los maquis que Grenoble se liberó y en estos maquis se encontraban trabajadores coloniales.
A todos estos soldados coloniales ya durante la I guerra mundial se les había prometido “Al derramar la misma sangre os ganaréis los mismos derechos” y les decía eso el primer diputado africano, el senegalés Blaise Diagne. Pero con la descolonización las pensiones de estos combatientes se quedaron en su nivel muy bajo, hasta el año 2010, la película Indigènes (2006) contribuyendo en subsanar esta injusticia.
El 8 de mayo de 1945 es la fecha de la capitulación alemana. Se celebró esta victoria en Argelia desde luego pero este mismo día en Sétif se pedía también la independencia y la manifestación provocó numerosas muertes tanto en la parte francesa como en la musulmana de la población. La guerra de Argelia empezó oficialmente el 1 de noviembre de 1954 y los harkis que van a combatir con los franceses tendrán que huir de su país en 1962. Fueron acogidos con sus familias , por lo menos los que se escaparon, en varios campos de trabajo , en Isère y en muchos otros lugares. Por ejemplo el campo de Rivesaltes fue reciclado para los harkis después de “acoger” a los españoles, los judíos y los colaboracionistas franceses.
Con los magrebíes, los subsaharianos, los indochinos de varios países actuales, los españoles y los armenios ya tenemos un buen panorama de la población de Francia en general y del departamento de l’Isère en particular.
Los primeros que llegaron para instalarse fueron los vecinos italianos. Durante la guerra nos ocuparon de septiembre de 1942 a noviembre de 1943 pero con los resistentes franceses estaban los que habían huido de la Italia mussoliniana y gente de origen italiana instalada desde finales del siglo XIX. No les olvidamos: otro museo, el Musée Dauphinois donde algunos vivieron cuando era un convento descuidado, habla a menudo de ellos. Lo cierto es que el Museo de la resistencia y de la deportación de Grenoble es asociado con el Museo piamontés para la Historia de la Resistencia de Torino. La inmigración portuguesa fue importante también. ¿Habrá algo sobre la Revolución de los claveles?
Es preciso apuntar igualmente la inmigración temporaria de universitarios del mundo entero y de investigadores, la mayoría de ellos europeos, en los grandes centros de Grenoble.
Algo que concernía a cada uno de cualquier país que venga o que sea un gaulois (galo) de verdad para hablar como los jóvenes de los suburbios fue la exposición complementaria en la línea de los derechos humanos Memoria de parados y precarios; como es imprescindible uno de los boletines de la Casa de los Derechos humanos sobre la laicidad.
Así que andando en este museo podemos entender lo que hizo que la ciudad sea así y reflexionar sobre las cuestiones más candentes de su población actual.
Amando Carabias
junio 13th, 2011
La recuperación de la memoria también consiste en traernos estas reflexiones, estas explicaciones.
Flamenco Rojo
junio 13th, 2011
Era necesario este ensayo. Gracias Catherine.
Un abrazo.