El antropólogo y escritor Alan Morinis ha definido las peregrinaciones como una estructura ritual con diferentes significados, considerándolas de indestructibles a pesar de sufrir, incluso de manera radical, numerosos cambios culturales y religiosos. Peregrinar es algo tan cercano al hombre que sigue existiendo también cuando hay conversiones en masa a otras creencias o es considerado un acto de superstición por algunas autoridades religiosas. De igual forma se mantiene cuando el peregrino no tiene conexión con ningún credo.
¿Porqué este deseo de peregrinar? Quizás sea porque la necesidad de movimiento y espacio son factores importantes para el hombre y juegan un papel clave en nuestra manera de pensar. Tenemos no sólo un espíritu que hace uso del espacio sino también un alma -nuestro pensamiento- que está siempre en movimiento. Andar es el principal factor en la popularidad de las peregrinaciones. Herman Vuijsje –escritor y sociólogo holandés- peregrinó de Santiago de Compostela a Amsterdam y considera que andar un día tras otro es beneficioso y puede llegar a ser usado como un medio contra la depresión. Otro conocido caminante inglés, Bruce Charles Chatwin, escribe que drogas son recursos para gente que no saben que pueden caminar. Algunas investigaciones confirman los efectos curativos y espirituales del caminar. Quien se acostumbra a andar, dificilmente puede dejar de hacerlo y muchos corredores parecen ser adictos a andar. Con toda seguridad ambos escritores tienen razón.
( Pilar Moreno )