Una borrasca se cierne sobre Gran Canaria mientras esperamos en el vestíbulo del emblemático Hotel Madrid a Juan Francisco González- Díaz, poeta, narrador y coordinador de los talleres de poesía “Espejo de Paciencia “ y “ Dulce María Loynaz”. El motivo de nuestro encuentro ha sido la publicación del poemario “Una isla dentro” (Cuadernos La Gueldera) en el que colaboran miembros de ambos talleres.
Nos encontramos con un hombre seguro de sí mismo, con marcado acento cubano y que no duda a la hora de responder a nuestras preguntas. ( Teresa Gracia).
Publicación de Una Isla Dentro.
Entrevista a Juan Francisco González Díaz Coordinador de Talleres Literarios en Las Palmas de Gran Canaria. Por: Teresa Gracia.
1- ¿Qué le motivó a fundar talleres literarios en Las Palmas de Gran Canaria?
Desde muy joven, casi siendo un preadolescente, pertenecí a talleres literarios en Cuba, donde me inicié en el afán de intentar escribir. Luego, cuando ya publiqué versos y cuentos, coordiné varios talleres literarios, de adultos, de adolescentes y de niños. Al llegar a Las Palmas de Gran Canaria, hace ya más de ocho años, junto a un grupo de amigos de “acá”, constituimos la asociación cultural, sin ánimo de lucro, Centro Canario de Estudios Caribeños –El Atlántico–, que tiene como objetivo propiciar el conocimiento, desarrollo, promoción y divulgación de las culturas americanas y de los vínculos y entresijos entre América y Canarias -haciendo hincapié en el Caribe y muy destacadamente en Cuba y Venezuela-, así como de sus múltiples aristas y repercusiones en otros contextos. Y como uno de sus objetivos es generar espacios que fomenten y propaguen la realidad cultural, artística y literaria, de ahí la creación de los dos talleres. El Taller Literario “Espejo de Paciencia” y el Taller de Poesía “Dulce María Loynaz”.
2- ¿Cuál es la labor esencial de los talleres?
La labor o las labores de los talleres no son esenciales porque lo que en ellos se produce son adquisiciones, apropiaciones, mediante el trabajo. No puede ser, entonces, esencial. La esencia, lo esencial, es algo “per se”, por sí mismo. Al referirnos a lo esencial, aludimos a aquello que viene con uno, que existe. En los talleres de lo que se trata es de crear poesía y esa creación es mediante el trabajo, por lo que no puede ser esencial, tiene que ser producida en, y por, los sujetos. La esencia de la poesía debe ser concebida por la esencia del lenguaje y se precisa entender la esencia del lenguaje por la esencia de la poesía. El reino de acción de la poesía es el lenguaje. El único requisito, en los talleres, es que sus integrantes estén animados a trabajar con dedicación y esmero, al asumir la cooperación del quehacer colectivo grupal, sin necesidad de conocimientos previos. De ahí que los talleres estén abiertos a cualquier persona, presta a leer mucha poesía, y a intentar escribirla, casi todos los días.
3- ¿A qué hacen referencia los nombres de los talleres?
Quiero precisar primero, que la palabra taller forma parte de los nombres de cada una de las dos instituciones, porque no son escuelas. No son sitios donde haya una o varias personas, dueñas de un saber y otras ignorantes, que vienen a apropiarse de un conocimiento que no tienen. Es decir, no son lugares donde haya un sujeto o varios, que impongan un razonamiento dominador, sobre otros, que son los dominados, debido a su supuesta ignorancia. No es un punto de docencia, donde se impartan clases. Hace tiempo que el calificativo taller dejó de ser solo para las áreas de trabajo manual y su extensión ha trascendido a donde se hacen labores intelectuales. El Taller Literario “Espejo de Paciencia”, espacio donde se trabaja la poesía y el cuento, le rinde homenaje al primer texto literario de Cuba –Espejo de Paciencia–, precisamente escrito por un canario, Silvestre de Balboa, 1563-1649? y el nombre del Taller de Poesía “Dulce María Loynaz”,es en reconocimiento a la poeta y narradora cubana, 1902-1997. Premio Cervantes, casada con un periodista de Tenerife, e hija adoptiva del Puerto de la Cruz, que visitó Canarias y habla de ellas en dos de sus libros.
4- ¿El poeta nace o se hace?
El poeta nace y se hace, porque naciendo se va haciendo. Todos los mortales no nos hacemos de la misma manera, cada persona es única e irrepetible. Al ser humano todo le viene de fuera. Cuando nace no viene con nada, no se puede alimentar, no tiene la palabra. Si al momento del nacimiento lo dejamos ahí, abandonado, se muere. Es un ser impotente, al que todo le viene del otro. Solo hay transformación de la realidad con la articulación de prácticas. El sujeto, el ser humano, es una articulación de prácticas. El ser humano es un sujeto biológico, también un sujeto social y un sujeto psíquico, todo a la vez, con determinadas vinculaciones. Para transformarme, como parte de la realidad, porque soy parte de la realidad -no soy, no somos, extraños a la realidad-, para modificarme necesito articulaciones de prácticas. Para pasar de persona que no escribe poesía, a persona que aprehende la poesía, voy a necesitar de la articulación de ciertas prácticas que me vayan permitiendo el acceso a la poesía, a producir la poesía. El poeta no es un elegido de los dioses, el poeta es por encima de todo un trabajador. Alguien que lee poesía y que dedica tiempo a escribir poesía, que trabaja en producir la poesía. En crear, utilizando las palabras para aquello que no fueron hechas, al darle a las palabras otras connotaciones.
5- ¿En los talleres hay poetas con diferentes registros? ¿Todo es posible en poesía?
Ninguno de los integrantes de los talleres se parece, en la manera que despliega su quehacer poético. Todos no se encuentran en el mismo estadio de desarrollo creativo y eso hace que cada cual crezca de una manera peculiar. Tampoco ninguno trata de copiar la manera de hacer poesía del coordinador. En el Taller Literario “Espejo de Paciencia”, durante sus cuatro años de trabajo, han entrado y salido algunos de sus integrantes. Unos se han ido, durante un tiempo, y después han regresado; la mayoría se mantiene. En este momento sus integrantes, por orden alfabético del primer apellido, son: Bachir Ahmed Aomar, Lázaro Armas, Beatriz Astudillo Meléndez, Helio Ayala Díaz, Olga Cabrera Negrín, Juana Olivia Falcón, Máximo González Guardia, Pino Lorenzo, Ana María Martín, e Isabel Santervaz. Cada uno tiene una manera peculiar de acceder y trabajar la poesía. Otro tanto ocurre con el Taller de Poesía “Dulce María Loynaz”, que con un año de labores, está integrado por Marcelino Betancor, Carlos Francisco Lozano, Miguel Ángel Navarro, Celia Padrón y Belén Ventura. El Psicoanalista y Antropólogo Juan Francisco González-Díaz, poeta y narrador, es el coordinador de los dos talleres. ¿Lo posible en poesía? Si se es capaz de enfrentarse a la página en blanco, una y otra vez, y escribir palabras que sean o parezcan distintas. Tan distintas que no signifiquen exactamente lo mismo, para sus diferentes lectores. Y con ello atrapar el interés de otros oídos, por la manera en que fueron ubicados los vocablos. Entonces todo es posible en poesía.
6-El Taller Literario “Espejo de paciencia» ha publicado dos poemarios. Explíquenos las características de los mismos.
El primero de los poemarios “Hotel Madrid. Poemas” fue la carta de presentación del Taller Literario “Espejo de Paciencia”, a sus tres años de fundación. Él demostraba, de manera material, que el Taller no era un lugar donde se enseñaba a escribir a versos, pero sus integrantes aprehendían la poesía y el libro era la prueba. En su cubierta posterior cinco destacados poetas, José Miguel Junco Ezquerra, Antonio Jiménez Paz, Maribel Lacabe, Santiago Gil y Manuel Díaz Martínez, avalan la publicación y el curso del Taller. El título era un modesto reconocimiento al alegórico “Hotel Madrid”, de Las Palmas de Gran Canaria, sitio de reunión de los talleristas. En el segundo poemario, “Una isla dentro”, hay poemas de los miembros del Taller Literario “Espejo de Paciencia” y también de los integrantes del nuevo espacio cultural, el Taller de Poesía “Dulce María Loynaz”. “Una isla dentro” significa un crecimiento, una prueba de adultez y que los proyectos del “Espejo de Paciencia” no eran una mera aventura, producto del embullo transitorio. Empieza a ser tangible lo que se auguraba en el prólogo de “Hotel Madrid. Poemas”: “el empeño de hacer del Taller de Poesía “Espejo de Paciencia” una institución emblemática de la vida literaria y cultural de Las Palmas de Gran Canaria y de las Islas Canarias”.
7- Usted pertenece a la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero de Madrid: ¿ha sido un referente a la hora de coordinar los talleres?
La Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero, de Madrid, de la que formo parte desde el 1995, es más que un referente en la manera de coordinar los talleres. El modo de trabajo de nuestros talleres, literarios y de poesía, se basa en las consideraciones y experiencias de la Escuela Grupo Cero. Dichos presupuestos demuestran que no se trata de enseñar a escribir versos, sino de un trabajo colectivo grupal, comandado por el inconsciente, donde mediante la constancia se aprehende la poesía, que no le pertenece a nadie. Ella se encuentra en todas las voces, al darle a las palabras otras significaciones, para las que no fueron hechas. Cualquier ser humano puede producir lo poético si labora con dedicación y esmero. El hecho está en no intentar dominar las palabras, sino dejarse fluir con ellas, al transitar por las diversas magnitudes del habla, la poesía.
8- ¿Se puede vivir de la Literatura?
La literatura puede ser un medio para vivir, para que la vida sea distinta y darle otros cauces. Podemos cambiar la vida con la literatura. Si escribimos, ya cambiamos nuestra vida y la vida. Ahora, si la literatura puede darnos dinero, para vivir solo de ella… bueno, no es que no sea posible, pudiera ser. Algunos lo logran, no muchos. Pero si quieres dedicarte a la literatura por el dinero que te pueda reportar, me parece que es mejor que te dediques a otros menesteres. En la mayoría de las veces puede ocasionarte desembolso de dinero, que no necesariamente tiene que ser un gasto. Se puede vivir con la literatura. Se puede vivir por la literatura. Y ya eso me parece bastante. No es necesario que llueva. / Galantea / la barboleta, / en viene y va / de rotunda compañía. / La tenue presencia / obsesiona. /Obliga a mirar. /Con aleteos / bruscos, / aterciopelados, / irrumpe. / Desata nubarrones. / La tempestad desborda. /Mueve las paredes. /Trastoca./ La lluvia no es necesaria. /Una simple mariposita de primavera / vuela. /