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La Moda y el Arte. La indumentaria femenina en las culturas del Egeo. II. Creta. Por Virginia Seguí

Plano Culturas del Egeo. Creta

Plano Culturas del Egeo. Creta

En este segundo capítulo sobre la indumentaria femenina en las culturas del Egeo, nos ocuparemos de la Civilización Cretense o Minoica; cultura que se desarrollará favorecida por la situación geográfica de la isla como encrucijada de influencias y todo tipo de intercambios; la mujer ocupará un lugar  importante en esta sociedad y, como veremos, adecuará su indumentaria a esta nueva situación, y los restos arqueológicos conservados nos permiten asistir a ello.

 

(Virginia Seguí)

La Moda y el . La indumentaria femenina en las culturas del Egeo. II. Creta. Por Virginia Seguí.

La situación geográfica de la isla de Creta cerrando junto con el Dodecaneso la parte meridional del Egeo, favoreció la recepción de influencias de las culturas próximas; tanto de la egipcia como de las procedentes de Asia Menor desde donde llegará la impronta del mundo oriental; los pueblos establecidos en el Peloponeso en  Grecia contribuirán a filtrar las influencias del continente europeo; muchos piensan que  podemos considerar las civilizaciones prehelénicas como una síntesis de las civilizaciones vecinas anteriores y el caso de Creta sería paradigmático como encrucijada de intercambios culturales, espirituales, económicos y políticos en la zona.

Astarte. Arte Caneano. 300-2000 a.C.

Astarte. Arte Caneano. 300-2000 a.C.

Figura cultura Lengyel. Moravia. 5000-4500 a. C.

Figura femenina cultura Lengyel. Moravia. 5000-4500 a. C.

Pendiente. Figura de Mujer. Palestina. 1300 a. C.

Pendiente. Figura de Mujer. Palestina. 1300 a. C.

Su morfología estrecha y alargada y recorrida, de este a oeste, por cadenas montañosas con alturas de cierta importancia confiere a la isla una singular y variada climatología que favoreció el desarrollo de los cultivos mediterráneos; así como la formación de bosques proveedores de madera en abundancia; elementos, todos ellos, esenciales para el desarrollo de un naciente y, ponto próspero intercambio comercial, al que se dedicaron los cretenses en su búsqueda de mercados en los que obtener los productos de los que carecían y que les eran necesarios como la obsidiana, el oro, la plata, el estaño, metales en general y, también, piedras preciosas y semipreciosas, etc.; hacia el 3000 a. C.; en los inicios del Minoico antiguo; se fueron sentaron las bases para el desarrollo de una industria metalúrgica en la isla; que destacará por la fabricación y fundición del bronce.

Isla de Creta. Principales Excavaciones

Isla de Creta. Principales Excavaciones

Los asentamientos más importantes se situaban en la costa oriental de la isla tanto al norte como al sur; con claras finalidades pesqueras y/o comerciales; entre los centros habitados más destacados destacan: Knosssos, Mallia, Zacro, Festos y Hagia Triada; etc. y, también, en algunas de las islas que dominaban como Thera (actualmente Santorini) existieron establecimientos urbanos importantes. El elevado grado cultural queda demostrado por la coincidencia en el desarrollo de estos núcleos denominados comúnmente palacios.  Hubo una primera fase de construcción entre el 2000 y el 1700 a. C. pero un cataclismo debido a causas naturales destruyó las edificaciones que serían nuevamente reconstruidas; los yacimientos arqueológicos no descubren estos primeros estadios lo que permite una cierta especulación sobre el tema. La segunda fase de desarrollo cultural tendrá lugar entre ese momento y el 1450 o 1550 a. C.; fechas en que una nueva fase de destrucción acabara con los palacios, significando también el decaimiento del dominio minoico en la zona; únicamente se reconstruirá el palacio de Knossos y no en su totalidad; los pueblos del sur del continente europeo aprovecharán este momento de debilidad para dominar la isla y acabar con el dominio cretense.

 

Los asentamientos minoicos no están amurallados de lo que puede deducirse que no temían incursiones del exterior; su arquitectura es también abierta al interior lo que indica una buena relación con el pueblo; laPlanta_PalacioKnossos talasocracia cretense se sentía segura. El poder debía ser menos estratificado que en otras culturas; quizás se tratara de un gobierno compartido o asambleario como parece indicar la organización de la sala del trono del palacio de Knossos, en la que existían bancos corridos sin diferenciación de estatus. Los palacios se creaban como unidades autárquicas y orgánicas que permitían su ampliación mediante la adicción de nuevas zonas; ya fueran estas de habitación o destinadas a almacenes y/o construcciones anejas necesarias para la administración y el mantenimiento de sus habitantes; son unidades económicas en sí mismas como los templos egipcios; la piedra y la madera, abundantes en la isla, permiten una construcción muy vistosa; los suelos eran de tierra batida y apisonada, a los que daban un acabado rojizo. Las pinturas con las que decoraban sus palacios y algunas piezas escultóricas conservadas nos permiten conocer las costumbres de sus habitantes; entre los que la mujer ocupaba un lugar destacado.

Las imágenes de mujeres de la que han llegado hasta nosotros nos permiten conocer que su lugar en la sociedad era, como ya hemos dicho un lugar destacado en la que parecen gozar de un alto grado de libertad; con frecuencia sus funciones estaban equiparadas a las de los hombres. Su indumentaria ha sido, en general, relacionada con este importante papel y con el que desempeñaban en las actividades religiosas. Por otro lado, algunas de las imágenes conservadas permiten comprobar otras de sus funciones. Los hombres cretenses, emprendedores y comerciantes, pasaban mucho tiempo en el mar lejos de sus casas y las mujeres debían ocuparse de la administración de la casa y de parte de la producción textil e incluso, en un momento dado, de controlar la producción artesanal y/o incipientemente industrial  a que debió llegar esta actividad siendo ya una producción de profesionales especializados; los tejidos ,inicialmente, fueron de lino, a los que después se añadió la producción lanar. Todo esto ha llevado a algunos a considerar la sociedad minoica como una sociedad matrilineal.

 

Evidentemente en los inicios de la civilización las ropas de las mujeres cretenses debió limitarse a protegerse de los elementos con las habituales pieles de animales, etc; el clima de la isla templado y húmedo ha impedido que  estos ropajes llegaran a nosotros; y a que tengamos que basarnos en los elementos artísticos como la estatuaria y/o la pintura para hacernos una idea de sus ropajes. Cosgrave indica al respecto: «En las fases iniciales de la civilización cretense, las mujeres utilizaban una prenda corta que llevaba hasta los muslos, similar a una falda, con el tiempo, esta prenda evolucionó hata convertirse en un delantal redondeado que se llevaba encima de la falda» y Pijóan al describir a la mujer cretense y comentar sus vestimentas indica: “Llevan una falda dividida en zonas horizontales por volantes y, además, las cenefas de cada volante están subdivididas por retazos zurcidos de diferentes colores. Lo más extraordinario es el corpiño –chaqueta escotada-, que deja al descubierto los senos y parte del vientre. Su talle, ceñido por un corsé estrecho, hace proyectar el pecho exageradamente”; tras esta descripción pasa a indicar que la ropa de estas damas prehelénicas estaría condicionada, sin duda, por razones religiosas.

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Añade también: “Las damas de Creta, del minoano intermedio, no sólo participaron en las funciones sociales, sino que, en ocasiones, fueron verdaderas protagonistas.” Manifiesta también que los frescos de Knossos revelanLaParisiense que eran numerosas las muchachas cretenses que asistían a fiestas; como muestra el fresco denominado del Jardín Sagrado, que completo debió contener más de mil figuras. Además las mujeres suelen estar dibujadas con maneras aristocráticas de forma que Evans, su descubridor dijo de ellas que: “más bien parecen damas de la corte de Versalles que de la república de Florencia” lo que es todo un logro ya que estamos hablando de mujeres que vivieron hacia el año 2000 de nuestra era. Incluso podríamos decir que algunos de sus descubridores las encontraron, incluso, próximas a su época y a la hora de poner nombre a sus hallazgos lo dejaron claro, como ejemplo la denominación de La Parisienne para un fresco en el que se representa una mujer con la que bien podríamos cruzarnos en el París del siglo XIX.

En cuanto al proceso por el que la mujer cretense llegó a vestir esta falda se entiende que se trataría de un alargamiento de una escueta inicial pampanilla y una sucesiva superposición de ellas de diversos largos que daría como resultado final su tradicional falda acampanada de volantes; es decir la falda fue evolucionando y complicándose su elaboración, pareciendo también bordados, y otros motivos decorativos como pliegues y volantes ya superpuestos y rebeteados; destacando también por su colorido encontrando ejemplos en marron, azul claro, rojo, beige, blanco y rojo lo que les confiere gran vistosidad. Faldas que que podemos ver utilizar a las mujeres cretenses tanto en actividades religiosas como sociales; al menos así parecen demostrarlo los restos arqueológicos encontradas; un ejemplo de ello lo tenemos en las sacerdotisas de culto a la diosa Madre que sostienen serpientes en sus brazos; quienes además sobreponen a esta falda el ya mencionado delantal o mandil, que a veces se duplica, de forma redondeada y profusamente decorado y ribeteado con cenefas. Estas prendas aparecen, además, estar adecuadas al físico concreto de la mujer que las viste, por lo que podríamos estar hablando de una confección al corte o a medida; a diferencia de lo que es habitual en muchos otras culturas en las que predomina el drapeado y la prenda suelta.

FrescoKnossos. Mujeres ceremonia pública

FrescoKnossos. Mujeres ceremonia pública

 

Relacionado también con los ritos religiosos estaría la indumentaria femenina para el ejercicio de la Taurokathapsia o enfrentamiento con el toro; aunque en este caso descubrimos que las mujeres que lo practicaban se ataviaban, al igual que los hombres, con una simple faja que tapaba su pelvis y el corpiño, que dejaba al descubierto sus pechos, para saltar por encima del toro después de haberse abrazado a sus astas con el fin de ser impulsadas por el animal y, una vez en el aire, aprovechar el impuso para sobrepasarlo y, tras un simple apoyo en su grupa, caer sobre otro de las/los atletas que situado tras sus ancas espera allí para facilitar la transición hasta el suelo. La indumentaria de estas mujeres puede apreciarse en la escultura de una de estas sacerdotisas conservada en el Royal Ontario Museum de Toronto; en ella todo el vestido superpuesto es de oro, el cuerpo de marfil, dejando al descubierto la forma del corsé que mantiene el pecho alto y en la cintura una estrecha faja de la que pende el mandil.  Los restos en frescos y pequeñas figurillas de marfil o bronce reproducen sin error posible que se trata de acróbatas de sexo femenino, su tez clara, bien diferenciada de la oscura propia de los hombres y sus largas trenzas aseguran que son muchachas las que saltan o esperan saltar sobre el toro.  El toro está relacionado desde el inicio de los tiempos a la idea de fertilidad y a la diosa Madre; la presencia del nudo ritual en la cabeza de las muchachas o, a veces, suspendido delante del animal apoya que la Taurokathapsia era más que un deporte en la Creta minoica.

Acróbatafemenino_marfilyoro_MuseoOntarioToronto

EscenaTaurokathapsia

 

 

 

 

 

Taurokathapsia_nudoritual

Taurokathapsia_terracota

 

 

 

 

Nuestros conocimientos sobre la religión minoica son escasos; los restos arqueológicos demuestran que inicialmente los santuarios o lugares de culto se situaban inmersos en la naturaleza. Normalmente se situaban en abrigos o cuevas de las montañas como la de Kamares o la de Amnissos; en estos lugares se realizaban ofrendas y sacrificios religiosos; se depositaban exvotos en las grietas y/o se quemaban en pequeños altares en los que también se sacrificaban, de animales curativos como toros, ovejas, cabras, cerdos, perros, aves, escarabajos, etc.; con los que se solicitaba protección para las cosechas a las deidades de la naturaleza; algunas piezas arqueológicas muestran el culto al árbol;  que suele estar representado aislado y rodeado de una construcción; estos santuarios se mantuvieron durante la época palacial y, al parecer, continuaban en uso en época helenística. Son muy frecuente las imágenes de danza, normalmente de mujeres o sacerdotisas, en las que lucen suntuosos vestidos y joyas, según los expertos estas danzas tenían por objeto obtener la epifanía o aparición de la diosa Madre, con lo que estaríamos ante una especie de éxtasis colectivo; un ejemplo de ello lo tenemos en un anillo encontrado en la tumba de Isopata, próxima a Knossos, en el que podemos ver una muestra clara de esta escena.

Danzaritualsacerdotisasminoicas_epifaníaDiosa_anilloIsopata

 PendendienteAbejas_MinoicoSacerdotisasSerpientesGrupo

 

No obstante el crecimiento de los palacios hizo que la población se urbanizase y que se crearan en ellos lugares de culto a las divinidades; la arquitectura de estos palacios está en cierta forma condicionada por esto; existiendo áreas procesionales y fachadas destinadas a estas actividades, algunas hipótesis apuntan que los palacios podrían ser una especie de santuarios; estas ceremonias religiosas se realizaban al aire libre y debían contar con gran afluencia de público, un fresco del palacio de Knossos nos muestra una de ellas en la que se representa a una gran multitud congregada frente a una fachada de columnas rematadas por un coronamiento superior con la cornamenta de un toro.

También se conocen zonas interiores de los palacios destinados a fines religiosos: un ejemplo de ello es el encontrado en el patio oeste del palacio de  Festos; en donde existen tres salas que están reservadas al culto y actos rituales; la primera de ellas contenía bancos con agujeros y pico para los sacrificios de animales, en la segunda un mortero de piedra para la ofrenda del cereal y en la tercera una concha de tritón y una efigie con cabeza de toro.

EscenaSarcófagoHagiaTriada_copia

EscenaSarcófagoHagiaTriada2copia

 

Otra muestra de  algunos aspectos de la religión minoica es el sarcófago hallado en la villa de Hagia Triada, en el que podemos ver escenas funerarias, en ellas aparecen también representaciones de mujeres y su indumentaria difiere de las ya mencionadas faldas de volantes, pues en este caso sus vestimentas son largas túnicas ribeteadas con cenefas que parecen recorrer el escote del corpiño y alargarse todo lo largo de la falda, rematando finalmente con las dos cenefas que cierran el contorno bajo de la falda horizontalmente y en las que finalizan, formando un ángulo recto y las figuras, ligeramente vencidas hacia atrás forzadas, quizás, por el peso de las ofrendas que portan; así mismo vemos otras figuras femeninas cuya falda claramente está formada por vellones de ovejas, muy similares a los usados en la zona mesopotámica, que terminan en formas redondeadas por encima de los tobillos; el corpiño superior es el habitual visto en las sacerdotisas con el pecho descubierto que sostienen el pecho alto y presionado hacia delante.

También debemos mencionar la existencia de reproducciones de escenas de la vida cotidiana de las mujeres cretenses; que los artistas locales consideraron de suficiente interés como para representarlas; entre ellas están dos esculturas, en terracota, reproduciendo una de ellas a mujer columpiándose y la otra es un coloquio entre dos mujeres hilando; esta última presenta ciertas diferencias en la vestimenta; al no aparecer el habitual corpiño; sin; al menos una de ellas parece vestirse con una especie de camisa cerrada a la caja y adornada con un remate de pequeñas bolitas o collar.

 

DamasCretenseshilando

MujerColumpio_minoica

 

Fresco Casa de las Señoras. Thera

Fresco Casa de las Señoras. Thera

Por último los restos arqueológicos de la isla de Thera, isla volcánica conocida hoy con el nombre de Santorini, y que con la expansión cretense se convirtió en sus colonia próxima al continente; esta isla fue el epicentro del cataclismo volcánico que acabó con la civilización cretense desapareciendo parte de ella; se la conoce también como la Pompeya del Egeo; las excavaciones realizadas en la isla actual han dado como resultado la localización  de  restos arqueológicos importantes; junto a la ciudad de Akrotiri han aparecido una zona en la que existió un antiguo asentamiento de cierta importancia; habiendo quedado al descubierto varias casas que todavía conservan parte de los frescos que decoraban las paredes de sus habitaciones; lo que nos permite conocer, también,  a sus mujeres y sus actividades, en ellas encontramos algunas de las características ya citadas de la mujer cretense o minoica, sus faldas acampanadas de volantes alegres y vistosos y en actividades y actitudes que nos antojan más mundanas; aunque no podemos determinarlo exactamente ya que las imágenes no son completas; en una de ellas una mujer se inclina hacia delante y parece ofrecer algo con sus manos; se vislumbra también una falda que podría ser parte de una segunda mujer que estuviera a su lado; en esta caso además el corpiño habitual que normalmente sujeta y mantiene el pecho alto; ante la inclinación de la muchacha permite que asome uno de sus pechos; todo esto indica que el artista que realizó la imagen se planteó muy bien la disposición de la figura humana y la repercusión en ella de su posición en el espacio. Otra de las imágenes presenta a mujeres trabajando en la recolección del azafrán, sus vestimentas no difieren demasiado del resto pero una de ellas lleva una especie de gorro que deja salir por su extremo superior parte de su pelo en una especie de cola de caballo; en otra de las imágenes  existentes volvemos a encontrar diferencias en la vestimenta habitual, ya que nuevamente el habitual corpiño es sustituido por una especie de camisa o túnica cerrada, con el escote en forma de pico debajo del que podemos distinguir una pieza interior que se ajusta más al cuello; y una especie de bandas que enmarcan los hombros y se alargan por debajo de los brazos; la imagen está incompleta lo que nos impide conocer el resto de su indumentaria.

 

 

 

RecolectorasAzafrán_Akrotiri

FiguraFemenina_Thera

 

 

Cosgrave en su Historia de la Moda habla sobre el calzado de la cultura minoica, indicando que los restos arqueológicos parecen indicar que los nobles que habitaban en los palacios iban calzados en el exterior pero descalzos en el interior; ya que, al menos en Knossos, los peldaños de las escaleras están desgastados hasta la puerta, lo que parece indicar que al entrar se descalzaban; y quel entre el calzado minoico encontramos una especie de calcetines que a la vez sería el equivalente a un mocasín; sandalias que se ataban por encima del tobillo, algunas de ellas adornadas con cuentas y abalorios y botas altas y cerradas para viajar, que en el caso de las mujeres, éstas tendrían, en ocasiones, tacón. Respecto a los tocados o sombreros indica que las mujeres minoicas usaban sombrero desde épocas tempranas, siendo los tipos más habituales el que parece adoptar una forma de maceta invertida y otro parecido a una boina, aunque existe gran variedad de estilos. gorras altas, sombreros en punta, turbantes y tocados. Sus habituales relaciones con la cultura egipcia hace que adopten algunas costumbres habituales de esta civilización; la higiene corporal es uno de ellos, al parecer, las mujeres cretenses se bañaban a diario aplicándose después ungüentos y aceites en el cuerpo para el cuidado de la piel. Los peinados de las mujeres minoicas según podemos comprobar en las imágenes que tenemos de ellas son variados, desde el pelo encrespado o enmarañado a cabellos recodos en colas de caballo, trenzas bajas o moños dobles; con rizos sobre las orejas que descienden hasta el cuello; en ocasiones también lo recogen con una cinta o banda cruzada en la frente para apartarlo de la cara

Como vemos, todo un mundo de lujo y refinamiento que, tras el fuerte cataclismo natural que tuvo lugar en la zona hacia 1450 a. C., sucumbirá a un nuevo poder venido del norte: los pueblos asentados en la Grecia continental tras la destrucción de los palacios y centros de poder cretenses acabarán por imponer su supremacía militar y política; aunque la fuerza de la moda de las mujeres cretenses conseguirá mantener una cierta vigencia de forma que esta nueva cultura que será la base de la más importe civilización clásica europea mantendrá, inicialmente, un importante sabor minoico.

 

Bibliografía

AA.VV. Los grandes descubrimientos de la Arqueología. V. 4. El período prehelénico. Ed. Planeta Agostini. Barcelona. 1987

AA. VV. Prehistoria. Uned. V. II. Madrid. 1986

Cosgrave, Bronwyn. Historia de la Moda. Desde Egipto hasta nuestros días. Ed. Gustavo Gili. Barcelona. 2000

Laver, James. Breve historia del traje y de la moda. Ed. Cátedra. Madrid 1988

Pijoan, José. Summa Artis. Historia General del Arte. V. VI. El arte prehistórico europeo. Ed.  Espasa Calpe. Madrid. 1991

 

 

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