Dice cosas que a mi me gustan. A mi me gustaría mirar un árbol hasta convertirme en semilla. En ese árbol y en ese bosque para que suceda algo así, solo hace falta un eclipse y un deseo.
No nos vemos, no quedamos para cenar debajo del barro de la bodega, de esas paredes que respiran el olor de las raíces, de la tierra. Creemos que solo estamos los tres, los cuatro, pero a esta cena a la que no asistimos se van uniendo más comensales que no hemos visto, que no conocemos, incluso que no han nacido.
( Elías Gorostiaga)
La noche de Luis Artigue. por : Elías Gorostiaga.
–¿El anhelo son dos manos en forma de cuenco recogiendo lluvia?
-Lo sabes perfectamente –le digo- ¿por qué lo preguntas?
Luis, el autor y sus personajes se ajustan la brida, después beben de ese vino al que les invito y avanzamos juntos por la montaña, por la explanada, por la entraña del mundo.
–Yo vivo la espera –contesta uno de ellos-
Cada vez son más los invitados que viven dentro de este libro, cada vez es mayor la mesa a la que nos reunimos, éramos dos, éramos tres, y ahora somos diez, cien.
–¿Sabes?, Escribirte hoy se parece a llegar a ti con la firme lentitud de quien viaja en elefante.
Me dejo llevar, miro a Silvia y veo que también se deja, porque debajo de nosotros, van creciendo raíces “enhebradas en la tierra”
Y vamos notando que algo se mueve lento, que algo va naciendo, ahora, en algún lugar del mundo, en algún almacén del tiempo.
Pero es complicado escribir poesía para un novelista y es complicado escribir novelas para un poeta y aun lo es más. intentar leer un libro de poesía como si fuera el diario delirante de un novelista, el diario íntimo de un músico. Ese ejercicio me agota, abandono y vuelvo, subo el volumen y al instante emerge de mi una estrofa que se disuelve y una música que toma cuerpo. No me gustan los títulos abstractos y este lo es, pero la abstracción es mutante y poco después entras tu, esa puta segunda que es una tercera persona, que a los locos nos vuelve cuerdos y a los cuerdos les eriza la piel y ahí está la carga tu, ahí está la muerta, la vida, la odio, la amor y todo lo que te permite no vaciarte del todo, para poder seguir y morir de viejo tu haces que viva y que muera a cada instante, por eso está así escrito y es para siempre La noche del eclipse tú y Luis Artigue
La noche del eclipse tú de Luis Artigue. (VIII Premio de Poesía Fray Luis de León) Colección Visor de Poesía. 66 páginas. Cubierta: Modesto Llamas Gil.
Amando Carabias
septiembre 11th, 2011
Me ha parecido una reseña estupenda, diferente a las habituales y atractiva. Invita a ir corriendo a por el libro.