Esta es la película que todo el mundo vio, todo el mundo volvió a ver y se programa cada año en alguna televisión y vamos para diecinueve años. Tarantino, ya venía salpicando con la sangre de Reservoir Dogs, de la que escribí para esta revista en el número de marzo del año pasado, y eso le bendijo para vender guiones como Asesinos natos o Amor a quema ropa, del mismo calibre. Después de aquello y durante tres años prepara Pulp F. tiene las imágenes clavadas plano a plano, los diálogos, la música, la cadencia, el ritmo, los escenarios, el vestuario, la sangre, el color, todo y el resultado fue algo que conmocionó la mente del espectador, cuando todavía había cines.
La historia no es sencilla de contar…
( Elías Gorostiaga )
Pulp Fictión. Tarantino y los años noventa. Por : Elías Gorostiaga.
Ringo y Bunny, atracan la cafetería en la que desayunan. Sin respirar entramos en los diálogos de Vincent y Jules, dos sicarios de Marcellus Wallace que entran en la habitación de unos chicos que deben algo al Jefe. Es la historia del maletín del que sale luz, la historia de la hamburguesa y el libro de Ezequiel, cap 25, versículo 17, que a medias se inventa Jules, y ejecuta con esa voz excepcional Samuel L.JacKson :
-“and you will know my name is the Lord, when I lay my vengeance upon thee”
Todo, con el perfecto dominio del espacio, el miedo, y el premio para el espectador que sabe que va a pasar algo y sin entretenerse mucho pasa. Vincent y Mia la esposa del Jefe, salen a cenar, la va a recoger a su casa puesto de caballo que previamente le compra a un dealer que lo recibe con su familia en bata, el baile en el restaurante y la sobredosis del final. La historia del reloj y el boxeo con Bruce Willis y María de Medeiros y ese ajuste de cuentas con Vincent. La historia de Marcellus Wallace, tiroteándose, huyendo, refugiándose en la tienda de los Sadomasoquistas, la violación de Marcellus, su liberación y el perdón de Butch (Willis). La historia del señor Lobo, solucionador de problemas, al que avisan porque les ha explotado la cabeza de un tipo que llevan en el coche, el Cameo de Tarantino ayudando a limpiarles la sangre y el final de la primera secuencia con la que empieza la película, la del atraco a la cafetería con Ringo y Bunny.
Este batiburrillo se envuelve con una música que agiliza y te devuelve imágenes, Jungle Boogie, de Kool & The Gang, Comanche de The revels, son dos ejemplos de ritmo y adrenalina, que se escuchaba ese año 1994 en todos los bares y pubs de Barcelona.
Aquellos años noventa eran los de la clonación de ovejas, la herencia Reagan y los Jóvenes Profesionales Urbanos, que continuó Bill Clinton, el libre comercio desencadenante de la actual globalización, la desintegración de la URSS y creación de catorce nuevos países, el inicio de Internet y la telefonía móvil a escala mundial, se habla de Unión Europea y de la unidad monetaria de Europa.
Tarantino, continuó con Abierto hasta el amanecer, que dirigiera su colega Robert Rodríguez y Jackie Brown y a partir de ahí, se fue desinflando (no por falta de éxito en taquilla) con las artes marciales de Kill Bill y la incursión en el cine bélico europeo. Este año cumplirá los cincuenta, estamos todos invitados y en esa celebración no falta la última película “Django desencadenado”, que se estrena en España este viernes dieciocho de enero, un western, del que ya hace tiempo que hemos visto imágenes, que trata de la libertad de un esclavo en el sur esclavista con un Leonardo DiCaprio en el papel de sádico algodonero. Con un presupuesto de setenta y cinco millones de dólares, la factoría Tarantino, ha llegado a esa cifra de recaudación en cines de USA en el primer mes. Aquí, como en todo el mundo, soplaremos las velas de esa tarta y cantaremos cumpleaños feliz Mr. Tarantino.