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Relatos con: Susana Camps.

susanaViene este mes a nuestra sección de Colaboraciones Originales la escritora Susana Camps Perarnau.

Nacida en Barcelona en 1963, filóloga y doctora en traducción ha publicado recientemente Viaje Imaginario al Archipiélago de las Extinta. ( Talentura libros) y con anterioridad  la novela El sueño robado ( Montesinos) y La literatura fantástica y la fantasía en Mondadori.

Sus relatos, son a nuestro modo de ver una excelente muestra de la nueva narrativa actual; porque crean una nueva forma de dirigirse al lector, y aportan temas distintos a los habituales. Es dueña de un lenguaje certero, sin concesiones, y que, a veces, semeja un buril, por hacer un símil.

Les dejamos con un relato inédito que ha tenido la amabilidad de enviarnos.






Crónica televisada en olores. Por: Susana Camps Perarnau.

Para el atraco se había puesto la única chaqueta que tenía, una americana de su padre que desprendía un olor rancio, intensificado por años de armario. No quería parecer un delincuente cualquiera. Se aplanó las solapas y comprobó su apariencia en el reflejo de la puerta acristalada antes de salir a hablar con la policía.

Habían llegado los medios de comunicación. Dos jefes se adelantaron con aires de impostada benevolencia. Les guardaban las espaldas agentes con la mano apoyada en la culata del revólver, un cerco formado por varios coches policiales con sirenas mudas y una camioneta de Canal 10. Los rehenes están bien, afirmó, levantando la voz, pero mi colega apunta a la cabeza del director y no le temblará la mano. Dejadnos marchar  y no ocurrirá nada. Farol, claro.

Un paso en falso y saltaría el disparador ansioso que guiaba la mano de aquellos valientes a sueldo, soldaditos articulados como los que poblaban su infancia. De niño los barría todos de una patada. Para ellos era tan fácil olvidarse de él, dejar que se largase… a cambio, no delinquiría nunca más. Vamos a tener problemas, pensó el comisario. Una cámara se acercó demasiado. Basta de dar carnaza al espectador, estáis poniendo vidas en peligro, gruñó a los periodistas.

Nunca había sabido ganarse la confianza de nadie. El problema era aquel instante –una décima de segundo- en que perdía todo atisbo de razón. En ese momento era capaz de cualquier cosa. Él lo llamaba apagón racional: se le disparaba una imparable ansiedad de desenfreno. Sólo su padre le había tenido confianza a pesar de todo, pero lo había arruinado involucrándolo en un negocio fraudulento. Luego no pudo rehacer su vida; justo a la edad que tenía él ahora. Justo como él ahora, ya era tarde.

Ceremoniosamente se dio media vuelta. Les ofreció la espalda y puso los brazos en cruz. Primero, con una mano abrió un lado de la americana. Luego abrió el otro, como un prestidigitador que exhibía juego limpio. Empujó lentamente la prenda hacia atrás. En ese instante la americana se ahuecó y, cuando ya iba a deslizarse sobre su espalda, la provocación cerró su ciclo intencionado: saltaron los resortes, se disparó la alarma, brotó una lluvia de balazos en respuesta a la fingida traición. La americana no llegó al suelo intacta. Cuando la recogieron tenía varios orificios de bala, y un intenso olor a pólvora se mezclaba con el viejo, intenso aroma de armario.

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  • Elysa Brioa

    mayo 21st, 2014

    Susana tiene esa habilidad, centrarte en la historia, hacerte ver esa escena y que se clave como un alfiler en la memoria. En este caso además hasta se puede sentir ese olor, muy certero el título.

    Besitos

  • Amando Carabias

    mayo 21st, 2014

    Sin palabras me quedo. Fantástico relato.

  • Mirentxu Asteinza

    mayo 31st, 2014

    Los relatos o micros de Susana me apasionan. Disfruto de cada palabra y siento como me inundan las emociones y sensaciones que producen en mi cada lectura, viviendo intensamente las escenas narradas y que visualizo con toda claridad.

  • Anna Jorba Ricart

    mayo 31st, 2014

    Has creado el clima adecuado, en el que nos dibujas las imagines que describes y nos haces deslizar por el texto avanzando con interés, hasta llegar al final.
    Enhorabuena Susana. Magistral maestra con esta historia.
    Un abrazo para ti y saludos para Alena.

  • Miguelángel Flores

    mayo 31st, 2014

    Qué delicia, Susana. Qué bien dibujado el personaje. Buf, qué bueno. Hacía tiempo que no te leía, y me he quedado tan a gusto.
    Gracias, Alena.
    Abrazos a ambas

  • Patricia Nasello

    mayo 31st, 2014

    Una trama desgarradora para una dicha de lectura

    Cariñoso y admirado saludo, Susana

  • Paz Monserrat Revillo

    mayo 31st, 2014

    A mi lo que me ha encantado es poder ver al protagonista desde dentro , cortocircuito racional incluido. Un perfil psicológico muy logrado a través de los aromas, las imágenes condensadas de la infancia en blanco y negro y la cámara lenta de la última escena. Todo un equipo de técnicos con cámaras , focos y maquillaje trabajando simultáneamente. Felicidades Susana, esta vez como directora de cine.

  • Elena Casero Viana

    mayo 31st, 2014

    me gusta el clima que crea Susana. He disfrutado con este relato.

  • rosana

    mayo 31st, 2014

    perfecto..los tiempos, el suspenso, las imágenes, el olor a armario y pólvora..!!! Fantástico

  • Elena Casero

    junio 1st, 2014

    tiene Susana esa habilidad de maestra de meterte en la historia a través de palabras certeras. Una historia excelente.

    Gracias por traérnosla aquí para leer

  • Susana Camps

    junio 1st, 2014

    Muchas gracias a todos por vuestra lectura y por tan generosos comentarios. Es lo que tiene jugar en casa, que los amigos te arropan… ¡Un beso grande a cada uno!

  • Un relato maravilloso, realmente se respira el aroma de género.

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