Dauphiné y Savoie (Delfinado y Saboya) son antiguas provincias francesas, Dauphiné desde 1349, Savoie solo desde 1860, pero ambas eran territorios del mismo pueblo galo, los Allobroges. Ambas son componentes de la gran región Rhône – Alpes. A menudo desde otras partes de Francia, y aun más desde el extranjero las confunden, con razón porque son bastante parecidas sobre todo en su parte alpina.
(Catherine Beaume)
Riquezas multicolores de Dauphiné y de Saboya. Por Catherine Beaume.
Dauphiné y Saboya son antiguas provincias francesas, Dauphiné desde 1349, Saboya solo desde 1860, pero ambas eran territorios del mismo pueblo galo, los Allobroges. Ambas son componentes de la gran región Rhône – Alpes. A menudo desde otras partes de Francia, y aun más desde el extranjero las confunden, con razón porque son bastante parecidas sobre todo en su parte alpina.
La idea que la gente se hace de lejos del paisaje de la región sería el de Chamonix, la meca del alpinismo y del esquí, una ciudad situada en un valle verde ceñido de altas montañas blancas y de prados de flores alpestres multicolores cuyo color varia en intensidad con la altitud.
Pero aquí el oro gris y el oro blanco no son metales, hay más hulla blanca que negra, el desarrollo del turismo verde es espectacular desde varias decenas de años y la sustancia gris, los cerebros, no es lo más raro en las principales ciudades. Pues, los colores numerosos y sorprendentes no se encuentran solo en la naturaleza.
En un artículo anterior llamamos a la Casamaures joya de oro gris. Este material, el cemento, fue una fuente de riqueza para Grenoble a partir de 1842, revolucionando la construcción y se merecería un artículo especial. El ejemplo más original de edificio público construido en la misma época es el modelo de urinario público. Eran numerosas estas vespasiennes, (llamadas así en referencia a Vespasiano y su famoso impuesto) “en forma de torre garita y con un pedestal que da nobleza a el que actúa” según Boris Vian que las adoraba. Muchas fueron destruidas pero algunas se pueden ver en varias avenidas, conservadas como elementos del patrimonio de la ciudad.
Ya hemos dicho que cerca de Grenoble había minas de carbón mineral, de hulla, lo que facilitó el desarrollo de la industria del cemento.
En 1869 para hacer funcionar un maquina que raspaba la madera destinada a la fabricación del papel Aristide Bergés construye una tubería de 200 m de desnivel que capta el agua del río que corre rápido desde las colinas vecinas de su empresa. En 1882 cuando decide fabricar él mismo este papel es una tubería de 500 metros de desnivel que acciona las turbinas y que con una dínamo produce corriente eléctrica. Como este genial inventor es también un gran comunicador a partir de 1878 en los círculos patronales de Grenoble, pues en Lyon y sobretodo a partir de la exposición universal de París de 1889 se habla de hulla blanca para evocar la energía hidroeléctrica. Dicen archivos locales que el pueblo vecino de su fábrica, Saint Mury, es el primer pueblo francés que conoció la luz eléctrica. Lo cierto es que a partir de 1899 esta corriente eléctrica producida en la ribera izquierda del río Isère alimenta una línea de tranvía que va por la ribera derecha de Grenoble a Chapareillan, al límite del departamento con Saboya. Y poco a poco el uso de la hulla blanca se difunde en todos los valles alpinos lo que cambia el paisaje: los pueblos o las ciudades pequeñas se vuelven sitios industriales con fábricas de papel o de aluminio e industrias metalúrgicas. Lo había dicho Aristide Bergés: la hulla blanca, solo en los Alpes, equivale a la potencia de cinco millones de caballos, potencia casi inextinguible.
¿Cuántos caballos habrá en los embalses de todos los ríos alpinos? después de la construcción de presas, ya un poco antes de la I guerra mundial y sobre todo después de ella. Un trabajo titánico que sumerge cada vez uno o varios pueblos. Cuando vacían el embalse cada diez años los ancianos se precipitan para ver lo que queda de sus casas, el resto del tiempo oyen en sus sueños las campanadas de antaño.
En 1925 Grenoble se proclama Capital de la Hulla Blanca en una exposición internacional de cinco meses. En este homenaje a sus industriales añade el turismo. En 1889 se había fundado en la ciudad la primera oficina francesa de turismo. La industria del turismo empieza despacio con la construcción de carreteras, de hoteles, la primera línea de autocares de Grenoble a Niza, excursiones en autobuses hasta los puertos de montaña, los primeros concursos de salto con esquís. En Chamonix, en Alta Saboya el turismo de montaña se desarrolla rápido. En 1907 la ciudad puede albergar 15000 viajeros, muchos parisinos porque los deportes se ponen de moda entre la gente acomodada, ya no vienen solo los turistas ingleses del Grand Tour. En 1910 la familia de Rothschild promueve la estación vecina, Megève, para hacer la competencia a Saint Moritz, en Suiza. Al celebrar tres veces lo Juegos olímpicos, los primeros en Chamonix en 1924, los X en Grenoble en 1968 y los XVI en Albertville en 1992 la región se vuelve una cantera de esquiadores, con pistas muy cercanas a las mayores ciudades: unas decenas de kilómetros. Después de la II guerra se crean numerosas estaciones de esquí fuentes de esta riqueza que llamamos el oro blanco. Courchevel, recientemente, se ha vuelto tan selecta como Megève, con una clientela de magnates rusos. Y por supuesto conocéis a l’Alpe d’Huez, más por el Tour de France y las famosas 21 curvas que por su dominio esquiable
Es que esquiar pasa de moda, es bastante caro, con el cambio climático la temporada es más corta. Las estaciones tienen que encontrar otras actividades deportivas y sobretodo trabajar sino todo el año por lo menos durante el verano. Pasa el Tour de France a menudo pero vienen también muchos cicloturistas. La práctica de la bicicleta de montaña y del senderismo o del alpinismo y otros deportes al aire libre son lo que llamamos el turismo verde. Con una pizca de festivales de música se añade algo de cultura; solo citaremos el festival Messiaen en el País de la Meije con conciertos en varias pequeñas iglesias de las aldeas de la Grave o en los prados enfrente de la cima más alta del Oisans, o los conciertos en las iglesias barrocas de Saboya.
Para terminar evocamos los cerebros. La creación de la asociación de los Amigos de la Universidad de Grenoble en 1947 por varios importantes industriales llamada ahora Alianza Universidad -Empresa se consagra a establecer nexos entre laboratorios y desarrollar a nivel internacional los vínculos cultura-universidad-empresa. Otros vínculos se habían formado ya desde principios del siglo XX. Antes de la I guerra mundial unos 1500 extranjeros en mayoría europeos estudiaban en Grenoble cada año, tanto durante el curso universitario como durante el verano para aprender el francés. En 2012 entre los 61000 estudiantes 9000 vienen de 160 países del mundo entero. Los investigadores también acuden numerosos de todas partes para hacer experimentaciones en el Instituto Laue Langevin fundado en 1967 por Alemania y Francia o en el Synchrotron europeo, un acelerador de partículas inaugurado en 1994. El que fomentó este desarrollo de cooperación internacional fue Louis Neel, premio Nobel de física en 1970 con el establecimiento de un Centro de energía atómica en la ciudad en 1960. Este CEA se ha diversificado mucho ahora, investiga tanto en nanomateriales como en energías alternativas o biología.
En cuanto a la Universidad de Saboya con sitios en Chambéry y Annecy: fue creada en 1979 con una especialización en todo lo que tiene que ver con el medio ambiente.
Pues otra vez nos encontramos cerca de la naturaleza con gente emprendedora y/o joven y el largo abanico de sus origines. La mejor imagen para simbolizarlo sería este cuarzo ahumado polifacético que los intrépidos cazadores de cristal habrán encontrado quizás hace ya mucho tiempo escondido en la montaña.
FlamencoRojo
noviembre 29th, 2012
Gracias al Tour de Francia, como dices, conozco a través de la ventana del TV el Alpe d’Huez y mucha de esa zona…
Besos