Estimados lectores de Alenarte, como este número suele salir sobre el día 20, no quiero desaprovechar la oportunidad de acercarles un evento que está programado en La Casa Encendida para los días del 22 al 25 de enero y que resulta curioso porque es un festival de improvisación musical libre, promovido por la asociación Músicalibre.
( Carlos Feral)
XIX Festival Internacional de Improvisación Huta Cordel. Por: Carlos Feral.
La propuesta más fuerte de este año será sin duda la presencia de Anthony Braxton que va a presentar una mezcla de improvisación con música electrónica interactiva.
La segunda propuesta es la Orquesta Carnival, de Chefa Alonso, en una mezcla de jazz, poesía, danza, música de circo y electrónica.
El tercer elemento de este festival será la orquesta FOCO, dirigida por el artista sonoro Llorenç Barber, protagonista de la portada del catálogo de la casa Encendida donde aparece fotografiado con un platillo en la cabeza.
Además de las actuaciones pueden asistir a distintas conferencias y al documental experimental Step Across the Border (1990).
Pueden consultar la programación en este enlace.
Me gustaría ahora hablarles un poco de quiénes son los músicos que componen la asociación MUSICALIBRE. Es una asociación sin ánimo de lucro que hace de la improvisación su razón de existir y cuyos integrantes proceden de distintas provincias españolas y de disciplinas tan diversas como la música, la poesía, la danza o la fotografía y que habitualmente realizan interacciones muy interesantes. A menudo hacen talleres en los que imparten enseñanzas colectivas e individuales donde exploran instrumentos tradicionales y nuevos, la experimentación con la propia voz o técnicas creativas en efectos sonoros de distintos instrumentos.
La Orquesta FOCO (Fundación Olivar de Castillejo Orquesta) fue fundada en 1996 dentro de MUSICALIBRE y la integraban unos treinta miembros de distintas partes de España. Con esta orquesta han colaborado músicos de renombre como el contrabajista de Free Jazz, el neoyorkino William Parker y ha sido dirigida por músicos de renombre dentro del campo de la improvisación como: Butch Morris, Wolfgang Fuchs, Peter Kowald, Dave Tucker, Steve Beresford, Roland Ramanan, Olivier Benoit, Walter Thomson, or Didrik Ingvaldsen. Hoy en día, en una versión algo reducida en cuanto al número de componentes siguen impulsando la improvisación musical en España y el contacto con improvisadores internacionales de lugares tan dispares como Londres (London Musician Colective); Stavandger, Noruega (Kitchen Orchestra); Wuppertal; Berlín; Toulouse (La Filibuste) o Brasil (Marcio Mattos).
Es cierto que la música improvisada tiene su público y no es un género que pueda considerarse fácil ni atractivo para la gran masa de amantes de la música pero es que, como muy bien dice Chefa Alonso, la compositora que participa en esta edición de Huta Cordel, “La improvisación necesita intimidad, cercanía con el público, buena acústica, un espacio agradable; son como el reverso de lo que sería un concierto masificado, hiper-amplificado”.
Es curioso que en nuestro sistema educativo nos hartamos muchas veces en las escuelas de pedir a los niños y niñas creatividad e improvisación en el dibujo, en la poesía, en la narrativa, incluso en la danza y jamás nos hemos detenido a pensar el gran beneficio que les supondría asimismo desarrollar la improvisación en la música. Supongo que es una cuestión de reflejar lo que ocurre en la sociedad pero no podemos dar la espalda al creciente interés que hay por interaccionar entre distintas disciplinas, pudiendo encontrar en el panorama cultural actual cada vez más pintura unida a la música, danza y pintura, música y poesía, arte digital y música o todas las combinaciones que se les ocurran a ustedes. Y no se trata de mezclar por mezclar sino de poner intereses comunes encima de la misma mesa y elaborar proyectos que interesen tanto a los miembros que los desarrollan como al público al que van dirigidos. A esto se le llama construir, palabra que lo define mucho mejor que interaccionar. Ciertamente que muchas de estas manifestaciones siguen siendo casi clandestinas o marginales. Tienen lugar en pequeños espacios culturales, en minúsculos teatros de vanguardia que, en muchos casos, tienen que mezclar en sus programaciones obras más “convencionales” para poder sobrevivir. Hay improvisadores que ya están convirtiéndose en fenómenos de masas. Tomen el ejemplo del Rap, cuyos miembros ciertamente en muchos casos carecen de formación musical estándar pero me hago un pregunta al respecto y se la trasmito a ustedes: ¿Es que los conservatorios de música realmente están abiertos a la calle, al sentir popular? ¿No es cierto que da la sensación de tener unos cánones establecidos con los que todo el mundo tiene que comulgar y si no lo hacen están fuera del sistema y jamás se los puede considerar músicos? La rebeldía, las ganas de expresar la rabia, el ritmo innato de un ciudadano cualquiera, la armonía de los sonidos de la naturaleza o la improvisación nunca va a ser posible encerrarlas en la jaula de una academia o un conservatorio pero los que tienen ese don sí deberían tener la oportunidad de transmitirlo a otros que lo quieran aprender o al menos escuchar las experiencias de quienes lo han probado ya.
Así pues, anímense a participar en este festival de improvisación y no dejen de acudir a las conferencias porque seguro que tenemos mucho que aprender.
Como siempre les paso algunos enlaces a páginas en las que pueden ampliar la información de este reportaje y algunos audios de música improvisada.
Un abrazo, queridos lectores y espero verles en febrero.
Asociación musical Libre. ( archivo sonoro).
Asociación Musical Libre ( Videoteca).
Y aquí una entrevista a Javier Entonado, de Música Libre.