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Las raíces literarias del teatro, el cine y la música según Ignasi Duarte, Marcelo Figueras y Nacho Vegas. T+ de Casa América. Por: Carlos Feral.

El pasado 24 de Febrero, dentro del ciclo T+ (Temas) que ofrece la Casa América pudimos disfrutar de tres puntos de vista diversos sobre la raíz literaria de distintas artes como el teatro, el cine o la música a cargo de tres personalidades relacionadas con esas artes como son: el dramaturgo y artista visual Ignasi Duarte, el escritor, guionista y ensayista Marcelo Figueras y el músico Nacho Vegas.

 ( Carlos Feral )

 

 

 

Las raíces literarias del teatro, el cine y la música según  Ignasi Duarte, Marcelo Figueras y Nacho Vegas. T+ de Casa América. Por: Carlos Feral.

 

Abrió fuego el dramaturgo Ignasi Duarte, durante muchos años ligado al Teatre Lliure en el cual le introdujo Roger Bernat. Con una aproximación parcial del teatro a la literatura reconoció que no le convencen las adaptaciones teatrales de obras literarias ni la declamación o los decorados tradicionales. Por otra parte habló de la experiencia de trabajar con actores no profesionales buscando la espontaneidad y sobre el teatro automático, el cual no sería un fin en si mismo sino más bien un instrumento para la creación. Con el teatro automático buscaba una propuesta en la que no hiciera falta dramaturgo. El problema era encontrar a los conversadores ideales en escena, cómo encontrar la conversación ideal, cómo dirigirla, que tuviera sentido e interés, teniendo en cuenta que no todos somos buenos conversadores. La solución sería elegir a escritores cuya literatura fuera el propio guión de la obra y así, dialogando en escena sobre su propias obras estas se re-fundarían en un nuevo relato escénico. El escritor sería así el autor de su propia obra sin necesidad de adaptaciones teatrales de ningún texto original.

 

 

 

 

 

 

El segundo conferenciante, Marcelo Figueras, es bien conocido por obras que se han llevado a la gran pantalla como Plata quemada (Premio Goya a la mejor película de habla hispana) o Kamchatka (elegida por Argentina para representarla en los Oscar).

 

Tituló su conferencia Los Perseguidores haciendo referencia al relato de Cortázar El Perseguidor, In memorian  Charlie Parker, el famoso saxofonista y compositor de jazz cuya genialidad fue pareja al consumo de heroína y a una vida llena de sombras que contrastaban con una lucidez única en sus actuaciones musicales. Figueras basa su conferencia en la esencia del personaje del Perseguidor con el cual están moldeados la mayoría de artistas latinoamericanos. Charlie Parker dijo: “Esto, yo lo estoy tocando mañana”. Del mismo modo, los escritores, guionistas, músicos, dramaturgos o cineastas latinoamericanos, da la sensación que lo que están creando lo están en cierta manera leyendo, viendo o escuhando “mañana”.

 

Comienza Figueras hablando de la adaptación de novelas para el cine y reconoce que esto implica cierta “violencia” sobre la obra original ya que una novela es más que sus descripciones visuales o su estilo narrativo. Suele ocurrir, por tanto, que algunas adaptaciones sean muy frustrantes y no consiguen adquirir el tempo que la novela les da de forma natural. Esto el cine sólo lo consigue muy excepcionalmente.

Siempre hay cosas que cortar o transformar para que el relato funcione en formato cinematográfico. Por ejemplo, un salto en el tiempo, aparentemente fácil en una novela, en cine se convierte en un proceso lento, engorroso y brutal.

 

Preguntándonos el porqué el cine sigue saqueando las bibliotecas en su propio beneficio puede ser por multitud de razones. Probablemente, una de ellas sea que es más cómodo hacerlo así que buscar una idea original o que muchos directores no sean capaces de escribir sus propias historias. En cualquier caso, convertir una novela en una película es un desafío para el guionista. Lo que es absolutamente necesario es partir siempre de que la novela sea buena. Si la novela es mala, llevarla a ser una buena película es casi imposible y no se convierte en nada más que una anécdota. Las buenas novelas sí que tienen carne sobre su osamenta y, por mucho cuidado que ponga un buen guionista, siempre las hace sangrar. Preocuparse por la fidelidad al original es absurdo. El querer que así ocurra es consecuencia de nuestra naturaleza como lectores. Cada uno de nosotros somos una especie de directores de cine virtuales y les ponemos rostros a los personajes, contraviniendo incluso en muchos casos las indicaciones del autor. Como ejemplo, si escogemos a un personaje que el escritor se imagina de pelo rubio y al lector le parece que tiene que ser moreno, será capaz de llevarle la contraria a aquel y defender contra la opinión del propio autor la conveniencia para el relato de la morenez del personaje en cuestión. Así pues, lo mejor a la hora de elaborar un guión es ser fiel al espíritu de  la novela. Figueras pone el ejemplo de una novela de Piglia que, en esencia, es una trama policíaca pero sin un solo elemento en su narrativa de lo que debería tener una novela de este género. La novela se basa en declaraciones de testigos, notas de prensa sobre el crimen, etc. Al pasar esta historia al cine, no puede ser narrada igual. Hay que desarmar este juguete perfecto y rearmarlo de nuevo incluso añadiéndole nuevas piezas. Todo el que adapta no puede creer en las formas puras. Como dijo Charlie Parker: “Esto yo lo estoy tocando mañana”. Si lo dijo el rey de la improvisación en el jazz alguna razón tendría.

 

Para terminar el acto, el cantante y compositor Nacho Vegas, nacido en Asturias como Ignacio González Vegas, y famoso por ser uno de los cantautores de moda en el panorama español con La zona sucia, tituló su intervención Algunos cantantes que leen y en ella comienza definiéndose como una persona que escribe canciones populares gracias a una innegable influencia de la literatura en esa música popular.

 

Quizá base gran parte de su éxito en la calidad poética o literaria de sus letras. La relación de la literatura con la música es que las palabras plantean a veces preguntas sin una respuesta lógica y es más importante esa pregunta que la respuesta en sí. No sólo la literatura es fuente de inspiración. También lo son los periódicos o la gente. Nos cuenta la anécdota de un periódico asturiano en el que leyó que un hombre le propinó un puñetazo a otro antes de asestarle una puñalada. La acepción del término “propinar” para darle un puñetazo a alguien le llamó profundamente la atención y quizá le inspire escribir algún tema basado en esa anécdota. También contó otro sucedido en un mercado de México que aconteció con una vendedora la cual  le recomendó no ir al mercado de Sonora, quizá por peligroso, y él, en contra de las recomendaciones de ésta fue a ese mercado y nunca supo por qué la vendedora de México D.F. le dijo aquello ya que; si bien era un mercado más popular, menos vistoso y algo más sucio, no notó una especial sensación de peligro. Sin embargo eso le inspiró uno de sus temas.

 

Para terminar su intervención nos regaló a la guitarra uno de sus temas.

Audio Ignasi Duarte .

Audio Marcelo Figueras.

Audio Nacho Vegas

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