con jardines colgantes.
Pinturas épicas”, escribe en uno de sus kaikus el último Premio Nobel.
La concesión de este galardón al sueco Tomas Tranströmer nos lleva feliz y nuevamente hasta las históricas nieblas de las literaturas nórdicas, allí donde anidaron excelentes autores hoy olvidados o desconocidos, rescatados unos por pacientes lecturas, paladeados otros entre muchos recuerdos.
( José Julio Perlado )
Literaturas Nórdicas: Una aproximación. Por : José Julio Perlado.
Allí estaba, por ejemplo, hace ya muchos años, el también sueco y Premio Nobel de Literatura Pär Lagerkvist, autor de “Barrabás”, “El enano” y “El verdugo” entre otras obras. Allí estaban los suecos Sven Delblanc, Erik Lindegren, Arthur Lundkvist y Gunnar Ekelöf. Las largas sombras de Ibsen, de Hamsun o de Strindberg se proyectaban, cada uno a su modo, iluminando la complejidad del mundo. Allí estaban, en otras nuevas generaciones, la danesa Suzanne Brögger, el también danés Svend Age Madsen, los finlandeses Vaino Linna y Aleksis Kivi, el sueco Hjalmar Söderberg, el autor de las islas Feroe William Heinesen, el danés Henrik Stangerup, la noruega Monika Fagerholm, los también noruegos Johan Borgen y Herborg Grondahl, la autora islandesa Steinum Sigurdardöttir, el danés Jern Riel, el finlandes Sofi Oksanen, el popular sueco Stieg Larsson y el también sueco Per Olov Enquist.
Y por aquellas tierras, asomada a las arrugas de su fantástico rostro, cubriendo el mapa de sus inolvidables cuentos, la mirada sagaz de la danesa Karen Blixen. Como estaba igualmente el islandés Halldór Laxness. Y la noruega Sigrid Undset. Y también la sueca Selma Lagerlöf.
Mujeres igualmente, como la finlandesa Märta Tikkanen, la islandesa Audur Ava Ólafsdóttir, la sueca Sara Strisdberg, la danesa Merete Pryds Helle, la noruega Trude Marstein, la finlandesa Johanna Sinisalo. Sin contar los autores policíacos como los famosos suecos Sjöwall y Wahlöö.
“En un saliente de la roca
se ve la grieta en la pared del duende.
El sueño es un témpano”, volvía a decir otro breve poema de Tranströmer.
Son los temas de las literaturas del norte de Europa, del mar y de la muerte, inventarios eslabonados de larga y rica tradición, Nombres que van encadenándose en la historia. Extendidos por brumas y superficies desérticas, daneses, islandeses, finlandeses, noruegos y suecos han escrito entre la lucidez y la nostalgia, entre los hielos de una prosa y la inquietud del mundo, hijos algunos de las célebres sagas, comprometidos otros con los problemas de hoy.
Parece que perdidos en las alturas del mapa fueran islotes de prosas y poemas, páginas que van y vienen entre oleadas de literatura. Son la punta del Norte, entrelazadas lenguas y diferencias culturales, versiones nuevas de expresiones antiguas, cánticos escondidos de voces múltiples, coros con extraordinaria voz.
“Urraca blanca y negra,
terca, corre en zigzag,
cruzando campos”, escribe Tranströmer.
Reposa unos momentos y vuelve a escribir en su cuaderno:
“Fuerte y lento viento
de la biblioteca del mar.
Aquí descanso”.
Isolda
noviembre 11th, 2011
Me ha gustado esa aproximación al premio Nobel.Veo que en principio coincidimos. Los haiku son más fáciles para latinos como nosotros. Las traducciones son complicadas, pero me quedo con ese Deshielo a mediodía que ilumina con fuerza la vida del poeta y sus paisanos.
Besos cálidos.
Pilar
noviembre 14th, 2011
No conozco mucho de la literatura nórdica; creo que merece la pena interesarse por ella mas
(Me atrae mucho este género, el haiku)
Saludos
sebastián
noviembre 15th, 2011
A mi también me atraen los haiku y debo reconocer que conozco poco de literatura nórdica! Habrá que bucear en esos mares y flotar sus hielos… Abrazos
Sebastián
catherine
noviembre 17th, 2011
Me gusta mucho el haiku del final de este interesante artículo.