En la librería Dodó, el pasado viernes 14, tuvo lugar la lectura de los versos del último poemario de la escritora Juana Vázquez titulado Tiempo de caramelos.
Saben que siempre me gusta darles unos apuntes biográficos de los autores que invito a entrar a sus hogares así que, sin extenderme mucho, les contaré que Juana Vázquez nace en el pueblo de Salvaleón, en Badajoz, y actualmente vive en Madrid, donde es Catedrática de lengua y literatura de la Universidad Complutense.
Tiene varios libros históricos publicados como son: una Edición crítica de San Juan de la Cruz, El Madrid de Carlos III, El Madrid cotidiano del siglo XVIII o El costumbrismo español del siglo XVIII. Estos libros nacen de la curiosidad que siempre despertaron en la autora los usos y costumbres populares, especialmente en Madrid y, como su tesis doctoral estaba basada en el siglo XVIII pues así surgieron estos primeros escritos tan distintos a la poesía que es su verdadera pasión.
Hablando de sus poemarios podemos nombrar: Signos de sombra, En el confín del nombre, Nos+otros, Gramática de Luna, Escombros de los días y, el libro que nos ocupa hoy, Tiempo de caramelos.
Ha publicado una única novela que, sin embargo, ha merecido las mejores críticas y a la que la autora tiene especial cariño, Con olor a naftalina.
Fue crítica del Diario 16, La Esfera o el ABC Cultural. Colabora también en El País y en Cuadernos del Sur. ( Carlos Feral)
Presentación de Tiempo de Caramelos de Juana Vázquez. Crónica de: Carlos Feral.
Pero volviendo a Tiempo de caramelos es este último libro de Juana una sucesión de poemas que bien podrían formar un todo, un solo poema. A diferencia de otras de sus obras en la que los versos no tenían una definida línea argumental, Tiempo de caramelos brota desde el subconsciente de la autora en una corriente única que fluye del primer al último poema sin solución de continuidad. Es una obra íntima, nacida en el sofá del psicoanalista y que desnuda el alma de la autora partiendo de sus recuerdos de infancia y juventud.
Comienza Juana Vázquez introduciendo al auditorio en un prólogo que más que justifica, podríamos decir que explica la razón de ser de estos versos dormidos tantos años en el corazón de la autora. Son “Residuos de una memoria artrítica, de un tiempo de caramelos y paloduz ya lejano”.
Es este poemario una especie de carta a los padres en la cual, Juana, vacía una memoria subjetiva de imágenes que se suceden desde la infancia hasta la juventud. Es la figura del padre la que cobra una mayor importancia en los versos, tanto desde los recuerdos de la infancia temprana hasta las páginas finales hacia las cuales esos recuerdos avanzan entre los claros de los buenos momentos y las sombras de los reproches o del yugo de los años de la dictadura.
Mejor es que ustedes mismos oigan unos fragmentos de este poemario en el audio que les adjuntamos y que, si así lo desean, escuchen asimismo una entrevista a la autora.
Yo les deseo unas Felices Fiestas y un próspero Año Nuevo, deseando encontrarles de nuevo en enero junto a nosotros, arropándonos, dándonos ese calor que nos hace tan grata la tarea de entretenerles.
Me despido, pues, de 2012 con unos versos de la autora: “Estos versos no han sido otra cosa que una biografía sonámbula pues el pasado es sueño”.