Los alumnos del último curso de interpretación representaron en la sala Cuarta Pared bajo la dirección de Laila Ripoll una peculiar visión de la obra de Sófocles.
Estimados lectores. No se puede ir a ver un espectáculo a la sala Cuarta pared con una idea preconcebida porque al final te sorprenden. Yo esperaba una Antígona clásica y me encontré con una obra dentro de otra obra mediante la fusión de dos mundos paralelos aunque distantes entre sí en unos miles de años. Me explico: Laila Ripoll plantea un paralelismo entre la Antígona de Sófocles y los muertos olvidados de la Guerra Civil. Es esta una directora ya experimentada en obras de corte similar. Por ejemplo en Los Niños Perdidos y aún más en Santa Perpetua, representada por su compañía, Micomicón, trata también el tema de las exhumaciones de cuerpos de los vencidos en la Guerra Civil española ( Carlos Feral ).
Una Antígona muy peculiar en La Cuarta Pared. Por : Carlos Feral.
Laila Ripoll es hija del afamado realizador Manuel Ripoll, que nos llevó a casa el teatro con aquellos famosos Estudio 1 de Televisión Española y de la no menos famosa actriz Concha Cuetos, nuestra querida farmacéutica de Farmacia de Guardia así que de casta le viene al galgo. Además ya ha dirigido espectáculos para el Centro Dramático Nacional y la Compañía Nacional de Teatro Clásico por lo que se nota su experiencia en este tipo de obras. Crea un libreto valiente con una puesta en escena sencilla pero impactante en la que se superponen los personajes y las situaciones siguiendo el hilo conductor de la obra clásica. Crea los ambientes mezclando el teatro clásico con el teatro moderno aderezado además con elementos de clown y cabaret los cuales engarza tan ingeniosamente que crea con ellos atmósferas en las que el humor funciona como un ácido corrosivo, como ironía del horror y las máscaras de simpáticos clowns se transfiguran hasta convertirse en histriones inquietantes que remueven las entrañas del público. Tiene mucho del esperpento valleinclanesco en el que los personajes se deforman a propósito para satirizar con saña.
Muy buena interpretación de los alumnos de Cuarta Pared, por cierto. Destacaría especialmente la interpretación de las dos Antígonas y las dos hermanas de Antígona (la clásica y la de la Guerra Civil) sin desmerecer al resto del elenco que para mí ha estado soberbio, además puntualizando, que la autora ha logrado una obra coral en la que casi ningún actor ni actriz es protagonista por encima de los demás sino que todos aportan más que rivalizan en el escenario para construir los cimientos de la obra.
Para el que no conozca el mito de Antígona, le ahorraré la búsqueda en enciclopedias on line y le haré aquí un pequeño resumen que iré hilvanando con elementos de la obra que hemos visto.
Antígona era la hija de Edipo y Yocasta. Sus hermanos combatían por el trono de Tebas del cual debían turnarse el poder, según el deseo de su padre, pero Eteocles no quería ceder su porción de poder a Polinices, desencadenándose una guerra en la que mueren los dos.
Su tío, Creonte, se convierte en rey de Tebas y ordena enterrar a Eteocles con todos los honores mientras que, considerando a Polinices un traidor, prohíbe su entierro bajo pena de muerte a quien le desobedezca. Aquí vemos el primer paralelismo con los dos bandos de la Guerra Civil: honor y gloria para los vencedores, ignominia y olvido para los vencidos. Antígona, decía, intenta enterrar a su hermano desafiando las órdenes de Creonte, su tío y suegro (Deben saber que los ritos funerarios eran muy importantes en la antigua Grecia y un cuerpo insepulto era una desgracia para la familia y para el propio finado). Su desobediencia acarrea su propia muerte ya que el rey manda enterrarla viva. Aquí, la obra hace un paralelismo entre Franco y Creonte. Todo el que osa desafiar la autoridad del Régimen establecido debe ser acallado y no debe quedar ni memoria de aquellos que no se dobleguen. Cuando la encierran para que muera, Antígona decide ahorrarse el sufrimiento ahorcándose y Hemón, hijo de Creonte, al verla muerta, trata de matar a su padre y, al no conseguirlo, se suicida sobre el túmulo abrazado a su amada. Creonte se da cuenta de que ha obrado con soberbia y trata de revocar la orden, ordenando desenterrar a Antígona, pero ya es demasiado tarde y se encuentra a los dos jóvenes muertos. Esto le provoca un sufrimiento inmenso y entonces se da cuenta de que ha provocado la desgracia por hacer prevalecer su voluntad por encima de la justicia. . En Antígona la desgracia es no poder enterrar a tus muertos con honor y en la Guerra Civil se les enterraba en fosas comunes para que nadie supiera el horrendo crimen que se había cometido. Los que se rebelan cavan su propia tumba. Ese es el mensaje de los vencedores a los vencidos. Algunos de estos prefieren la muerte como precio para que queden a salvo los principios y la dignidad. Parece que de unos 200000 represaliados en aquellos aciagos años no se han llegado a recuperar ni 1800 cuerpos, menos de un diez por ciento.
El cavar ahora las tumbas de los olvidados aunque sea desde el teatro es un ejercicio de responsabilidad social. Hay que ir llenando esos vacíos con hechos, aunque sea con obras-denuncia del corte de Santa Perpetua o de esta peculiar Antígona. No se ha concebido esta obra como un mero espectáculo sino es una apuesta por un teatro comprometido. Antígona es la excusa pero la verdadera obra es la que aún no se ha terminado de representar en España: devolver la memoria a los olvidados y desenterrar lo que nunca debió ser. Gracias Laila y gracias actores y actrices de Cuarta pared por hacer que el teatro nos haga pensar y no sólo soñar.
Aquí pueden escuchar la entrevista que les hicimos después de la representación. Hay que aclarar que la obra ya terminó su estancia en Madrid.
catherine
agosto 28th, 2011
Es el teatro que me gusta, un teatro que busca más la denuncia que el entretenimiento.
Pero desgraciadamente como dicen en la entrevista no es el teatro que se vende, que obtiene subvenciones y que es bien acogido en todos los lugares.
¡Ánimo! para Laila Ripoll y sus actores y gracias a Carlos Feral por hablar de este teatro comprometido.
Francisco
febrero 7th, 2012
Me encantó, pude ver la obra en Cádiz, un elenco de actores y actrices de un elevádisimo nivel, lloré, empapé de lágrimas un pañuelo. Antígona la protagonista de la obra me puso los bellos de punta, qué fuerza, qué demostración de saber representar el sufrimiento que padecieros hombres y mujeres en aquellos tiempos desgraciados que nunca tuvieron que existir. Un fuertísimo aplauso para todos vosotros/as, abrireis corazones y creareis escuela con vuestro arte.