Visitar un museo es una experiencia que puede llevar mas allá del asombro y la admiración. En otras ocasiones te alcanzan también el desconcierto y las dudas, pero siempre predomina la curiosidad. Curiosidad e interés me llevaron hasta el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. Estos días se expone la obra del artista británico Marc Quinn. En este caso, además del interés fueron las dudas y el asombro lo que me impulsaron a visitar la exposición al saber que una de las creaciones de este artista es una escultura de su cabeza, en la que empleó alrededor de cuatro litros de su propia sangre congelada. ( Pilar Moreno).
“Violence and serenity” : Marc Quinn Exposición en el Centro de Arte Contemporáneo. Por : Pilar Moreno
He leído en diversos artículos todo el proceso que sigue el artista en la realización de su trabajo y, aunque en varios momentos de la lectura sentí un cierto rechazo, fue también un incentivo para conocer más de él y de su obra. Esta oportunidad la encontré en las amplias salas de este museo que presenta, por primera vez en España, unas cuarenta piezas, entre pinturas, esculturas y varios tapices. Marc Quinn es un artista plástico, nacido en Londres en 1964. Sus composiciones destacan por el empleo de los más variados materariales, bronce, mármol, pintura pulverizada, aluminio, hormigón.
Ya al comienzo del recorrido me asaltó el desconcierto al enfrentarme con una serie de lienzos en los que el autor trata la mortalidad, la mortalidad biológica, carne y muerte, carne de animal pintada en un primerísimo plano que sugiere una imagen abstracta y que te hace dudar de lo que ves. Este tema de la mortalidad y lo abstracto de su idea lo sugiere también en algunas de sus esculturas. Me llama la atención un jamón serrano, de tamaño mayor de lo normal, tallado en ónice rosa. La talla es perfecta y da a conocer el mérito del autor.
¿Qué mueve a un artista a hacer tales composiciones? Marc Quinn, que forma parte de los Young British Artists, influenciado por los acontecimientos de la época, como la revolución cultural y los conflictos en el mundo, nos enfrenta a un mundo siempre en movimiento, que cambia y evoluciona. En realidad es una forma de compartir su manera de pensar y actuar. En una serie de lienzos el artista se representa a sí mismo como protagonista, vestido a la usanza urbana. Más adelante varias esculturas en hormigón, de personajes actuales como alborotadores callejeros, mantienen de momento su silencio. También la imagen del propio Marc Quinn forma parte de esta colección. Sentado como un buda, con las piernas cruzadas y vistiendo vaqueros, sudadera y una gorra contempla una calavera situada junto a sus pies como si de su propia mortalidad se tratara. Estas esculturas son verdaderamente fascinantes.
Se cierra la exposición con la escultura de una gran concha fundida en bronce. Perfecto trabajo.
